Dante Jurado repasó la situación límite que se vive en el sector de los frigoríficos, y entiende que todos los rubros requieren subir sus precios, pero al hacerlo dejarían de vender e irían a la quiebra. “No es que la carne esté cara, los sueldos están bajos”.
La rueda de la economía gira lenta. Ya a casi ningún comercio le cierran los números y atraviesan una etapa de supervivencia. Mientras algunos logran mantenerse en pie, muchos otros quedaron en el camino, lo que se evidencia en el cierre masivo de negocios iniciado durante la cuarentena estricta por la pandemia del Covid-19.
“Hoy estamos en una época parecida al 2000”, grafica la crisis de ventas Dante Jurado, quien administra el Frigorífico de la Patagonia. “Ahora estamos al 50% de lo que llegamos a vender en los buenos tiempos”, continúa poniendo en contexto al aire de El Comodorense Radio.
La caída de las ventas, piensa Dante, se debe a que los sueldos quedan cortos con respecto al rango de precios, que encima, están por debajo de lo que deberían. “Lo que pone el Gobierno con los Precios Cuidados es para que la gente pueda comprar carne, porque no es que está cara, sino que los sueldos están bajos. Pero tampoco podemos subir los sueldos porque no hay ventas”, añade.
Hoy ya casi no se vende asado, vacío, chuleta con lomo o pulpa, “son los cortes que más cuestan”, explica Jurado. Es que al no haber muchas juntadas, festejos y asados debido a las medidas adoptadas por la situación epidemiológica, la gente se termina inclinando por cortes más económicos. “La carne se vende viernes, sábado y domingo. Ya el lunes y martes no vendés nada”, detalla. Además de que no se da la ocasión para comprar, tampoco da el bolsillo.
Si bien hubo una leve recuperación durante las fechas festivas como el Día del Trabajador, Día del Amigo y el Día de la Madre, “después de eso los próximos 15 días no vendes nada”. En tanto, tampoco fueron jornadas que saquen a flote al negocio: “no podés compararlo con lo que fue años anteriores donde no alcanzaba lo que poníamos a la venta, fue un día que se vendió bien, pero no excelente”.
Este bajón en el consumo “ya se venía notando en las Fiestas, sabíamos que no íbamos a vender lo mismo que en otros años”.
Para colmo, los precios están desactualizados, pero tampoco queda otra. “Hoy hemos perdido ganancias para mantener el negocio y el personal. Un kilo de asado tiene que estar valiendo $1.200 pesos y lo tenemos en $800, porque sino no lo vendés, te queda y es un corte caro”, confiesa quien encabeza el frigorífico de la Patagonia.
“No tenemos salida, tenemos que tratar de aguantar, a todo el mundo le está pasando, estamos tratando de aguantar como podemos»
“Vos el lunes o el martes tenés que estar pagando esa carne que te bajaron el fin de semana. Esto es una cadena, a vos te queda carne y hacés chorizos, pero no podés cobrar un kilo de chorizo a mil pesos, que es lo que tendría que estar cobrándose esos cortes que le estás poniendo al chorizo”, expone también.
Hacer chorizo o hamburguesas con los cortes que no se venden, no es negocio para las carnicerías. Encima, su otra alternativa que eran las parrillas y restaurantes que utilizaban esa carne “hoy no están trabajando como lo hacían tiempo atrás”.
“No tenemos salida, tenemos que tratar de aguantar”, avizora Dante, que remarca “a todo el mundo le está pasando, estamos tratando de aguantar como podemos. Hoy la carnicería dejó de ser el negocio que era, solo estamos sobreviviendo. Tenemos que esperar que venga el boom petrolero, que se mueva el dinero y que podamos levantar los precios todos”, cerró.
