Así lo indica el titular de Taquión, Sergio Doval, quién también observa que «la grieta está tendiendo a envejecer como negocio electoral».
A dos semanas de las elecciones generales del próximo 14 de noviembre, el Gobierno se encuentra expectante por mejorar sus resultados luego de los votos adversos recibidos en las PASO de mediados de septiembre. No obstante, los analistas no observan un humor social acorde a esta mejora que el Frente de Todos espera en las urnas.
Así lo indica Sergio Doval, el analista político fundador y CEO de la consultora Taquión, quién asegura que desde su plataforma observan que «la gente está cada vez más lejos de la política y más enojada».
Según él, en las últimas semanas la sociedad presenta un «crecimiento del malestar con todas las figuras políticas», lo que considera que tiene su correlato con la «dificultad para acceder a un presente tranquilo y a un futuro de pocas oportunidades», aspectos frente a los que la política «hoy no está dando respuestas».
No obstante, aunque el desencanto se encuentra dirigido a la clase política en general, «la mayor parte de este dilema, de este lugar incómodo, se lo lleva el Gobierno», según Doval, quién agrega: «Hoy no estamos viendo que el oficialismo haya recuperado un tono de campaña que le permita revertir los resultados».
Ante este panorama, el analista igualmente indica que «una parte del voto militante» oficialista que no participó en las PASO probablemente se sume a las generales, lo que en la Provincia de Buenos Aires esto podría llegar a mover «tres o cuatro puntos en su mejor momento». Sin embargo, «en esta escena no se ve un lugar de mejora para el Gobierno porque la sociedad está enojándose cada vez más con la política», según Doval.
Este dato resulta relevante porque el Frente de Todos está esperando una mayor participación de una porción del electorado afín a su política, sin embargo, el titular de Taquión revela que en sus análisis no se está observando «que vaya a crecer demasiado».
A pesar de esto, Doval advirtió: «Hay que esperar porque las elecciones cada vez más se calientan muy sobre la fecha, en las PASO el 50% del electorado definió su voto en la última semana, casi el 30% el mismo día y aproximadamente un 20% en el cuarto oscuro«.
Esto indica que no existe una «estructura previa que pueda moldear el humor social con mayor previsibilidad«, por lo que lo reflejado en las encuestas tiende a ser endeble.
Por otro lado, consultado respecto a un posible crecimiento del voto en blanco, anulado o incluso la ausencia a las urnas, Doval destacó que hoy se observa un «mayor crecimiento de la atomización, haciendo que las terceras y cuartas fuerzas se vuelvan un poco más relevantes«.
«Eso detectamos hoy, después quizá la grieta se profundiza hacia el cierre de campaña y terminan llevándose los votos las dos fuerzas opositoras», aclaró el titular de Taquión, aunque remarcó que sí se puede ver que «la grieta está tendiendo a envejecer como negocio electoral».
En este sentido, resaltó el discurso anti grieta del titular de la UCR dentro de la coalición de Juntos, Facundo Manes, el cual Doval considera que fortalece a la coalición y le da un espacio a «nuevos elementos que empiezan a aparecer para poder contener algo que se está poniendo viejo«.
En contraste, el analista se mostró contrariado por la carta publicada por la vicepresidenta Cristina Kirchner en la intensa semana de crisis interna que vivió el oficialismo luego de los resultados adversos de las PASO: «En esa carta la vicepresidenta puso de relieve que las decisiones de gobierno deberían estar tomadas para ganar una elección y eliminó el hecho de que estas se toman para que la gente viva mejor«.
Es por esta razón que, según Doval, desde sus análisis observan que en este momento «el kirchnerismo está rompiendo su base de sustentación» ya que la carta de Fernández de Kirchner eliminó una «cuarta pared» que le permite a la gente observar con más claridad las internas políticas del Gobierno. «Ahí hay un elemento importante que hoy detectamos que le está jugando en contra el Gobierno«, señaló el titular de Taquión.
En cuanto al humor social, según lo analizado por Taquión luego de las reaperturas se observó una mejora en cuanto a este aspecto, al igual que con el avance de la campaña de vacunación contra el covid-19. Pese a esto, no se observó un impactó de estas variables sobre la imagen del Gobierno.
Respecto a los cambios de Gabinete que se dieron a raíz de la semana de crisis interna del Gobierno luego de las PASO, Doval especificó que eso tampoco generó cambios positivos en el humor social: «Hemos visto que la gente dice ‘hicieron esto por la elección, sino no hubiesen hecho nada’, entonces hay mucho más descontento», explicó el analista.
Y agregó: «La mitad de las preocupaciones siguen siendo las oportunidades a futuro de la sociedad y ese es el mayor desafío por delante».
Por otro lado, apuntó que «pensar que la gente vota con el bolsillo es una simplificación para no hacerse cargo de que la realidad es mucho más compleja», lo que lleva a pensar, además, que «la solución es ‘ponerle plata en el bolsillo a la gente'» en vez de tomar medidas más profundas.
«No hay elecciones ganadas con 50 puntos de inflación porque la plata que le ponés en el bolsillo a la gente se le licúa a los diez segundos«, disparó el CEO de la consultora Taquión, a el Cronista.com.
Finalmente, respecto a un posible panorama electoral de cara al 14 de noviembre, Doval reveló que, según lo relevado por su compañía en la última semana, «la diferencia se va a mantener, más movida por el movimiento de la estructura política que pueda presentar el Frente de Todos en el territorio que por una voluntad de la gente de acompañar al Gobierno».
Sin embargo, remarcó nuevamente que en este contexto la sociedad tiende a definir su voto en la última semana previa a las elecciones e, incluso, en el mismo cuarto oscuro, lo que revela que «los políticos están hablando a una sociedad que no quiere escuchar».
«La sociedad va a acercase a tomar una decisión sin tener una real evaluación de los elementos, entonces puede pasar cualquier cosa», concluyó Doval en base a esto.