José Velázquez, habitante del barrio Las Flores cayó en el salitral del barrio Abel Amaya en horas de la madrugada de este viernes y habría permanecido en el lugar durante unas ocho horas con su cuerpo semienterrado hasta que sus gritos pidiendo auxilio fueron escuchados por una vecina alrededor de las 9:20.
El momento en que bomberos y policías sacan a José Velázquez del barro. El hombre se desvaneció porque tenía principio de hipotermia, según informa El Patagónico.
José Velazquez, el hombre que cayó en el salitral del Abel Amaya habría permanecido unas ocho horas en el lugar hasta que una vecina escuchó sus gritos de pedido de auxilio. Fue eso alrededor de las 9:20 cuando el hombre gritaba desesperado para que lo ayudaran, cuando la hipotermia lo tenía al borde del desvanecimiento.
La vecina que lo escuchó avisó a otros habitantes del lugar y de esa manera se pidió auxilio a la policía. Cuando llegaron al lugar los efectivos de la Seccional Quinta, Marcelo Obregón y Cristian Alvarado, ya varios vecinos del lugar gritaban pidiendo ayuda.
La persona estaba en medio del lodo y no podía moverse. Con mucha cautela los policías avanzaron hacia donde estaba atrapado Velázquez ya que la superficie era pantanosa. Cuando tomaron contacto con él, estaba consciente y permanecía con sus piernas enterradas.
En ese momento, se desplegó un gran operativo con el equipo de rescate en alturas de Bomberos Voluntarios. Se hicieron presentes las unidades móviles de rescate 44 y 48 de Comodoro Rivadavia. Incluso se acercó personal de bomberos de Rada Tilly.
Una cuadrilla de bomberos, a cargo del comandante mayor Diego Galleguillo y del experimentado Jorge Soto, trabajó en sacar al hombre y ayudar también a los policías de la Comisaría Quinta a salir del lugar.
Es que los efectivos también terminaron succionados por el barro en el afán de sacar a Velázquez. Los bomberos colocaron una pasarela de rescate utilizando varias tablas y tarimas de madera de obras de construcción, las cuales fueron arrimadas por los vecinos en forma de colaboración.
Cuando se lo rescató a Velázquez, fue colocado en una camilla y lo trasladaron unos 100 metros hasta llegar a una camioneta en donde luego de sacarle la ropa, el bombero Víctor Alvarado lo roció con una manguera de ataque rápido para sacarle el lodo podrido que tenía impregnado en el cuerpo.
Una vez estabilizado, el hombre fue asistido por un médico del sistema 107 y comprobó que tenía principio de hipotermia y que presentaba diversos hematomas en diferentes partes del cuerpo por la caída al salitral.
Una vez arriba de la ambulancia, el hombre se desvaneció, por lo cual de forma urgente y escoltado por personal policial fue trasladado al Hospital Regional en donde fue asistido.
Tanto Obregón como Alvarado, los policías de la Seccional Quinta que ayudaron a Velázquez a salir del lugar, también terminaron siendo lavados por Bomberos. Los policías se colocaron sus botas mojadas nuevamente y así empapados fueron trasladados a la comisaría para seguir patrullando las calles de la zona sur.