El gran fantasma de Ingentis no descansa

Los fantasmagóricos proyectos energéticos Ingentis I y II, ya se convirtieron en el escándalo emblemático de la gestión dasnevista, donde lo único que quedó después de invertir sumas millonarias es una tranquera en Dolavon. Este…

martes 24/01/2012 - 8:00
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Los fantasmagóricos proyectos energéticos Ingentis I y II, ya se convirtieron en el escándalo emblemático de la gestión dasnevista, donde lo único que quedó después de invertir sumas millonarias es una tranquera en Dolavon. Este proyecto se erige como el “agujero negro” del ex gobernador Mario Das Neves, puesto que la corrupción fue hija de la falta de transparencia y de la discrecionalidad manejada desde el poder.

El diario de Madryn publica hoy en su tradicional columna que si hay un tema que la gestión de Martín Buzzi deberá resolver como gesto de lealtad para con los chubutenses, es esclarecer que pasó con el proyecto “Ingentis” al cual unilateralmente la gestión Das Neves arrastró a invertir a la Provincia, sin acceder a dar mayores explicaciones, ni siquiera en sus sobreactuadas rendiciones de cuentas.

Además deberá decidir que hacer “con lo que queda”, como invitó el ex presidente de Petrominera Luis Tarrío en diciembre pasado, vale agregar: si es que algo queda.

Delirium extremum

El cuento de la inmensa estafa que habrá que ver si será alguna vez investigada, y que explicaría tal vez un poco la comprometida situación de las arcas provinciales, arranca con varias magnánimas etapas: Ingentis I se trataba de un proyecto energético en Dolavon que comprendía la construcción de una central térmica combinada con gas natural. Involucraba una inversión de 150 millones de dólares, y se supone que generaría 500 Mw que se sumaría a los 100 Mw que produciría el parque eólico previsto también en esa localidad. Su puesta en marcha estaba programada para 2009, pero nunca avanzó más que en un cartel y una tranquera.

Pese a todo, el equipo de don Mario que no se rendía fácilmente, impulsó Ingentis II: una central termoeléctrica a gas natural de 100 Mw en Esquel, que implicaría el desembolso de 173 millones de dólares. Se estimaba que comenzaría a operar a finales de 2008, pero nunca sucedió. Además, la erupción del volcán Chaitén en 2009 motivó que se proponga una nueva ubicación.

Ingentis III, finalmente, proyectaba la ejecución de una central termoeléctrica de 150Mw situada en Comodoro Rivadavia. La previsión era que en 2012 Chubut aportara una potencia de hasta 800 megavatios al Sistema Interconectado Nacional.

Se van de a poco
Esta semana diversas fuentes expusieron que ahora el presidente del fantasmal proyecto «Ingentis I», Cristian Bork, habría presentado su renuncia e igual camino habría seguido uno de los nuevos directores del presunto proyecto, Alejandro Suárez. Con la ida de Bork, Ingentis parece continuar su costoso camino hacia la nada, ya que el Gobierno está obligado a seguir pagando las 24 cuotas de 180 mil dólares mensuales, que sirven para amortizar la deuda de 4 millones de dólares que aún persiste por la compra de la «empresa» por parte de Petrominera, tal como reportó el sitio Rawsonline.

Los primeros en abandonar el barco
Hasta agosto del año pasado, Ingentis estaba integrada por Pampa Energía (50,5% del capital accionario), el Estado chubutense (39% de las acciones) y la empresa provincial Petrominera (10,5%). Las turbinas para poner en operaciones el primer proyecto estarían en Estados Unidos, decían.

Qué pasó? Nada… Sólo se trató increíblemente de buenas ideas que permitieron desviar buenas sumas de dineros públicos que seguramente pasaron a engrosar el patrimonio de algunos amigos “transparentes” o alguna fundación “sin fines de lucro”

Costo político
Para dar una idea, sólo en gastos «preoperativos», administrativos y de ingeniería, Ingentis habría gastado más de 18 millones de pesos y nadie sabe cuándo, ni cómo, el Estado recuperará –en dinero, en proyectos viables o en servicios- esa suma que es más o menos cuantiosa.

Tampoco es fácil predecir cuánto la costará al Estado Provincial recuperar su credibilidad, luego de que anunciara una y otra vez que le proveería energía abundante y barata a cientos de empresas del país, sin que hasta ahora haya producido electricidad suficiente para el encendido de una lamparita.

Hacia fin de año, cuando ya culminaba la gestión de don Mario, la sociedad «Ingentis», conformada por Pampa Energía, el Estado Provincial y Petrominera había sido disuelta, como debía. También informó que se había designado un nuevo directorio y que Pampa había retirado su aporte de capital. Se dijo, además, que las novedades habían sido comunicadas al Gobernador electo, Martín Buzzi. Ninguno de esos datos fueron desmentidos y, por el contrario, el Grupo Pampa comunicó como un «hecho relevante» su desvinculación de Ingentis a la Comisión Nacional de Valores, dado que la firma además cotiza en bolsa.

Dicen que en ese momento Buzzi se habría mostrado «sorprendido» tanto por el retiro de Pampa, como por los más de 150 millones que se habrían reembolsado al socio privado de Ingentis, por la disminución del capital operado en la empresa, como consecuencia de la «reducción voluntaria» de una cantidad equivalente de acciones pertenecientes al grupo.

El tema es que tanto Buzzi como Mac Karthy fueron parte en su momento -en tanto adherentes y candidatos del Modelo Chubut- de todo el sinuoso y oscuro tránsito de los proyectos «Ingentis», y ahora deberán revisar este complejo tema pendiente que muchos señalan como una clara defraudación al Estado.

En fin, algunos dicen que el término “Ingentis” en latín significa “enorme”, “inmenso”, “grandísimo”; mientras otros aseguran que es parte de una fuerte invocación de una oscura y mundializada logia… exactamente lo que sería el bautizado chubutense: “Ingentis”, un enorme verso…

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