La Casa Rosada se contactó con las provincias de Neuquén, Mendoza yCórdoba tras los saqueos a comercios que se registraron este fin de semana. Desde el gobierno nacional no ahorraron esfuerzos en identificarlos como “episodios de seguridad puntuales, organizados por bandas de delincuentes” y descartaron de plano considerarlos como saqueos ligados a la pobreza o impulsados políticamente. De todos modos, según aseguraron altas fuentes oficiales a LA NACION, el presidente Alberto Fernández “siguió el tema con [el ministro de Seguridad] Aníbal Fernández y [el ministro de Economía y candidato presidencial] Sergio Massa”.
Desde allí también confirmaron que Fernández se comunicó personalmente con una de las comerciantes afectadas en Río Cuarto, Córdoba, que sufrió un robo en banda cuando cerraba su despensa. Le sustrajeron, entre otras cosas, la recaudación del día de trabajo, valuada en 250.000 pesos. La mujer también recibió el llamado del ministro de Seguridad.
El diputado Carlos Gutiérrez, del bloque Córdoba Federal que responde al mandatario cordobés Juan Schiaretti, negó cualquier contacto de la Casa Rosada con la Gobernación y advirtió que es “verdaderamente vergonzoso” que el Presidente y su ministro “hayan llamado a una de las víctimas del vandalismo en Río Cuarto”. Consideró la actitud “oportunista y miserable, porque son ellos quienes han generado con sus pésimas políticas estas situaciones de crisis”.
“Hubo episodios de seguridad puntuales”, dijeron desde el Gobierno ante la consulta de este diario por los incidentes de este fin de semana en diferentes provincias. Aseguraron con vehemencia que “no fueron saqueos”. Otras fuentes del oficialismo señalaron que, de acuerdo con las investigaciones en curso, muchos de los detenidos ya tenían antecedentes penales. “Todo indica que fueron más robos de la modalidad piraña que otra cosa. En definitiva, hechos delictivos, pero esperemos que no haya un condimento político detrás”, dijo un funcionario del Poder Ejecutivo. “Los lugares donde sucedieron no están cerca de bolsones de pobreza o zonas que pudieran explicar saqueos”, completaron.
En sintonía con el Poder Ejecutivo Nacional, desde del gobierno neuquino también descartaron de plano que fueran saqueos ligados a la pobreza. Algo en lo que también coincidieron desde el sector privado y el policial. “Esto no es saqueo, es robo organizado”, afirmó Georgina Ñanco, titular de la Cámara de Comercio de esa provincia, al diario La Mañana de Neuquén. La declaración circuló con fuerza este lunes en los celulares de varios funcionarios de la Casa Rosada, que incluso coincidían en reenviarlo como un aval más de su presunción sobre lo sucedido en las provincias.
En la nota, Ñanco denunció: “Son hechos de vandalismo, no es hambre. Están aprovechando este momento para hacer este tipo de vandalismo. No es la gente que no le alcanza la plata para llegar a fin de mes”. Aseguró que “eran grupos chicos, pero están todos comunicados por las redes” y que “estaban organizados para hacer este tipo de vandalismo”.
En esa misma línea se manifestó el director de Seguridad de la Policía neuquina, Walter San Martín, quien contabilizó una decena de robos y describió: “Se juntan grupos de unas 15 personas, que se cubren sus caras y llevan bolsas, entran a los comercios y rápidamente se llevan lo que pueden. Bebidas alcohólicas y carnes están entre los productos preferidos. En algunos casos actuaron menores de edad, se supone que mandados por mayores con intenciones que son parte de la investigación”.
Fuentes del gobierno mendocino se manifestaron en el mismo sentido. “No fueron saqueos, fueron hechos delictivos”, indicaron a LA NACION. Y recalcaron que entre la treintena de detenciones hay dos acusados de “instigar (los hechos) vía WhatsApp” y que incluso sus capturas fueron previas a los sucesos. “Ya se tenía información de que algo había y se estaba produciendo, por eso descartamos lo social”, afirmaron las fuentes provinciales consultadas. “Se está viendo si hay una intencionalidad política detrás. Por ahora no se la ve, pero estamos investigando el tema”, agregaron.
Fuentes de la provincia de Mendoza detallaron que los hechos comenzaron en dos supermercados de la zona de Las Heras. Y que en el segundo robo fue donde se produjeron los enfrentamientos que se vieron en los videos que se viralizaron en las redes sociales. Agregaron que, más tarde, se produjeron los ataques a dos carnicerías de la zona y que la seguridad ya estaba reforzada en la provincia ante los primeros indicios.
En Río Cuarto, Córdoba, las autoridades están “analizando” qué sucedió detrás de los robos, porque consideran que “no fueron espontáneos”. Aunque subrayan que “no ven nada político”. Indicaron que desde hace años, cada domingo por la noche unas “400 o 500 motos” empiezan a circular por las calles céntricas, pero que no pasan de eso. “Vienen de los barrios periféricos. Siempre se discute qué hacer, una vez se intentó frenarlos y fue un caos. Ahora entienden que lo anoche fue un paso más de este grupo. De ninguna manera un saqueo de hambre”, explicaron a LA NACION fuentes del gobierno provincial. “No fueron saqueos como los de 2001, sino con una modalidad de accionar delictivo”, completaron.
Por estas horas, en Córdoba se baraja la idea de endurecer el Código de Convivencia. Por los robos de este fin de semana hubo 17 detenidos, de los cuales nueve son mayores de edad y seis, menores.