El Gobierno anticipará la renegociación de todos los acuerdos de precios que firmó en los últimos tres meses para darles lo antes posible un sendero de aumento de precios habilitados cercano al 3% en un plan que incluye, no solo a los productos de los supermercados, sino a otros como nafta, indumentaria, medicamentos, insumos de la industria o materiales para la construcción, según publica Infobae.
El objetivo de apurar el tira y afloje con las empresas sería para «homogeneizar» las fechas de inicio y de finalización del amplio abanico de convenios que la Secretaría de Comercio firmó desde noviembre, en el inicio del programa Precios Justos según comentaron fuentes oficiales. De esta manera, la nueva etapa contaría con un lugar entre febrero y mayo inclusive.
El segmento de consumo masivo, por ejemplo, tenía como duración hasta fines de febrero, por lo que la definición de su nueva etapa se anticiparía un mes.
Todo esto, admiten en los despachos oficiales, dependerá de los resultados del tironeo con las empresas de todos los rubros con productos que tengan bienes y productos bajo los paraguas de distintos acuerdos de precios, en un camino de negociación que en rigor se inició en los últimos días y que retomará con mayor apuro en las próximas horas.
En el equipo económico aseguran que la meta será recortar el margen de incremento de precios mensual para 50 mil productos a un número cercano al 3% por mes, en lugar del 4% que propició la primera oleada de convenios entre las empresas y el Gobierno.
Algunas de las empresas de consumo masivo -que ya habían iniciado contacto en los últimos días para renegociar el contorno que delimitaría la siguiente etapa de Precios Justos-, se mostraron sorprendidos ante la consulta por la posibilidad de anticipar las nuevas condiciones.
Un ejecutivo indicó que un esquema de incrementos autorizados de 3% quedaría muy por debajo del ritmo al que se actualizan sus precios, que midió en 6% mensual. Incluso, ya con el 4% permitido en la actualidad, la ecuación no cerraría para sus cuentas.
La Secretaría de Comercio -desde que se anunció en noviembre la apuesta en marcha de Precios Justos-, ensayó una serie de convenios con sectores para encorsetar los incrementos mensuales y ajustarlo a la perspectiva de desaceleración de la inflación que el equipo económico proyectaba para los meses siguientes.
En ese listado de acuerdos, además de consumo masivo en supermercados y comercios de cercanía se incluyeron un convenio con las principales compañías de combustibles para ponerle un tope a las subas en las naftas, otro con calzado y uno particular con indumentaria, otro con fabricantes de teléfonos celulares para fijar precios y ofrecer la posibilidad de compras en cuotas, insumos difundidos para uso industrial y medicamentos, entre otras conversaciones que todavía permanecían abiertas, como materiales para la construcción.
Uno de los problemas que registró el Palacio de Hacienda es que resultaba de difícil coordinación tener una lista amplia de acuerdos con fechas de inicio y cierre dispares.
Como referencia: Precios Justos para consumo masivo se firmó a principios de noviembre y regía hasta el 28 de febrero, mientras que insumos difundidos industriales se había firmado a mediados de diciembre. “Buscamos hacer homogéneo el sendero de aumentos para todos los acuerdos vigentes y para poder alinear expectativas”, apuntaron desde un despacho oficial.
“El hecho de haber cumplido las metas de déficit y de reservas con el FMI nos permite sentarnos con otro horizonte para establecer ese sendero”, insistieron.
La mención a la cuestión de las reservas en el Banco Central está relacionada a que una parte de Precios Justos tiene que ver con la disponibilidad de divisas para la importación de insumos. El Gobierno prometió durante las primeras negociaciones, como una suerte de zanahoria para las compañías, que ingresar al programa de precios podría implicar una ventaja en términos de acceso a los dólares.
En el equipo económico aseguran que la decisión de apurar la redefinición de términos de los acuerdos de precios no está ligada a la aceleración de la inflación en enero que detectaron algunas consultoras privadas y que ya estiman un IPC bien por encima del 5% para el primer mes del año.
“Los aumentos principales fueron en frutas, verduras, carne y turismo, no tenemos acuerdos en esos sectores, y enero es un mes con particularidades estacionales que hacen normal una aceleración”, reconoció una fuente oficial.
Siguiendo las últimas cifras recopiladas por la Secretaría de Comercio que lidera Matías Tombolini, el último nivel de cumplimiento de Precios Justos detectado en góndolas de mayoristas y supermercados y en stock, es del orden del 70% en señalización del 77% en los precios fijos del 98%, y en el sendero de precios de un 88%.