La medida alcanza a todas las petroleras, pero la firma de Rocca hoy se lleva la mitad de los desembolsos.
Tras meses de indecisión, el Gobierno finalmente decidió aplicar un fuerte recorte a los extraordinarios subsidios que paga por la producción de shale y tight gas de la cuenca Neuquina y que benefician principalmente a Tecpetrol, la petrolera del Grupo Techint.
El esquema se tornó inviable para poder cumplir las metas de déficit cero del FMI, pero era muy resistido entre los funcionarios de Iguacel por temor a generar un mal clima de inversiones y que esto sea leído como una falta de seguridad jurídica.
«La Resolución 46 y los acuerdos con el FMI son incompatibles y tampoco se lo podes seguir pasando a los consumidores. Prometieron algo que no se podía cumplir y fue uno de los motivos de la salida de Aranguren», indicó el Vicepresidente del Instituto Mosconi, Gerardo Rabinovich.
El problema es que la producción de shale va superando su propio récord mes a mes -en octubre tuvo un salto del 243%- incrementando cada vez más los compromisos del Estado con las productoras.
De acuerdo a las estimaciones del sector, solamente los subsidios a Tecpetrol alcanzarían los 670 millones de dólares en 2019, en un año donde el Presupuesto prevé un recorte del 1,6% de esta partida en términos nominales que lógicamente al descontar la inflación debería ser mucho mayor.
«Vamos a recortar solamente los proyectos que todavía no fueron aprobados. Todos los que presentaron van a percibir un menor monto, pero lo bueno es que algo van a recibir. Lo que se reduce es la parte adicional», confirmaron a LPO desde la cartera de Iguacel.
Es decir, que sólo se remunerará las proyecciones de producción efectuadas por las empresas al momento de ingresar en el programa de la Resolución 46, que fijaba un precio de 7,50 dólares el millón de BTU para el año 2018, 7 dólares para el 2019, 6,50 para el 2020 y 6 dólares para el 2021.
La contradicción radica en que estas estimaciones funcionaban simplemente como una guía. La resolución gubernamental no establecía límite alguno y las productoras podían ir actualizando al alza las proyecciones estimadas.
En el caso de la petrolera de Rocca, por ejemplo, había presentado su proyecto con una meta de 10 millones de m3 por día, que rápidamente incrementó a 17 millones, donde aviso que buscará su «plateau».
Hasta el momento Iguacel solo se había animado a suspender el ingreso de nuevos beneficiarios, pero a partir de esta polémica medida, en el sector temen que se vean afectadas las inversiones, justamente en la única actividad económica que venía teniendo resultados positivos.
«No perdamos de vista que es un Gobierno que borra con el codo lo que escribe con la mano y el sector energético naturalmente no fue la excepción», subrayó a este medio una fuente del sector que se mostró preocupada por el futuro de la actividad.