La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció hoy que enviará a la Justicia el informe sobre la forma en que fue apropiada -en base a presiones y torturas durante la dictadura- la empresa Papel Prensa por los diarios «Clarín», «La Razón» y «La Nación».
«Los que piensan que queremos apoderarnos de Papel Prensa, lamento desilusionarnos. Se harán presentaciones judiciales en los estrados que correspondan para juzgar, porque creo en la división de poderes, sólo los jueces de la República pueden condenar», sostuvo la Presidenta durante un acto en Casa de Gobierno donde recibió el informe «Papel Prensa, la verdad».
En este marco, dijo que «quiero dar un cauce a esta situación que lleva 33 años de manejo oscurantista».
La Presidenta detalló en su discurso los acuerdos que existieron entre la dictadura militar y los propietarios de los diarios «Clarin», «La Razón» y «La Nación», Ernestina Herrera de Noble, Ricardo Peralta Ramos y Bartolomé Mitre, respectivamente, con la intervención del actual CEO de «Clarín», Héctor Magnetto para apropiarse de Papel Prensa.
En ese sentido, ironizó sobre un editorial de «Clarín» que sostiene que el gobierno quiere avanzar sobre Papel Prensa para controlar la palabra impresa.
«A confesión de parte relevo de prueba, porque uno infiere entonces que Clarín piensa que controla Papel Prensa y por lo tanto la palabra impresa. Coincido con Clarín, porque quien controla Papel Prensa controla la palabra impresa ya que es la única empresa que produce en el país pasta de celulosa», dijo.
En ese sentido, la calificó como «empresa monopólica integrada verticlamente que determina a quién le vende y a qué precio».
La Presidenta se refirió al «pacto de sindicalización» entre los tres diarios realizado en 1977 y a la forma en que la empresa le fue arrebatada al Grupo Graiver mediante coacciones e incluso con la detención de Lidia Papaleo de Graiver, quien fue torturada y violada en el Puesto Vasco y permaneció en prisión durante cinco años.
«Estas fueron las seguridades jurídicas» existentes y «de las que tanto se habla» actualmente, mencionó la Presidenta.
Al referirse a la decisión del gobierno, la Presidenta dijo que «no es para controlar a nadie, es simplemente para que dejen de controlar a todos los argentinos y que la seguridad jurídica y las reglas del libre comercio en serio puedan ser gozadas por todos los empresarios editoriales y no editoriales».
«Hay un poder en Argentina que está por sobre quien ejerce la primera magistratura, y también el poder legislativo y judicial. Siento que hay un poder que como todo verdadero poder es invisible a los ojos, pero que aflora en algun momento y creo que hace décadas que los argentinos y los poderes del Estado tienen una subordinación hacia intereses o presiones. Esto lo vi en todo el desarrollo de este expediente», sostuvo.
«Quiero interpelar a la sociedad argentina y a los poderes del Estado porque en Papel Prensa el 27 por ciento no es del gobierno, es de todos los argentinos», afirmó refiriéndose a la participación del Estado en la empresa.
«Quiero un país diferente en serio, democracia sin tutelajes y sin qe tengan temor los políticos a ver qué dice tal dario de mi. Una sociedad sin miedos», remarcó.
«Con la justicia actuando, con el Poder Legislativo, confiamos en que la democracia pase esta prueba de ácido», finalizó.