Aguad anunció que la Justicia definirá los pasos a seguir. Tras el hallazgo del ARA San Juan, el ministro de Defensa dijo que no tienen los medios tecnológicos para rescatar el buque y que ahora resta determinar las causas de lo ocurrido y “encontrar a los responsables, si es que los hubo”.
A un año y dos días de su desaparición, cuando el barco de la empresa privada contratada para buscarlo estaba a punto de partir hacia Sudáfrica, el submarino ARA San Juan fue hallado a 907 metros de profundidad, en la zona del Golfo San Jorge, a 500 kilómetros de las costas de Comodoro Rivadavia. Lo único que parece estar confirmado, además del hallazgo, es que la nave sufrió una implosión que deformó, sin quebrarlo, el “casco resistente” de la proa, el lugar habitable donde iban los 44 tripulantes desaparecidos desde el 15 de noviembre del año pasado.
En conferencia de prensa, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, consideró que será “muy difícil” rescatar del fondo del océano al submarino y a las víctimas porque “nosotros no contamos con tecnología como para hacerlo y tampoco hay antecedentes” en el mundo de este tipo de rescates. Aguad aclaró que de ahora en más “será la Justicia”, a través de la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, “la que decida los pasos a seguir para investigar lo ocurrido y establecer las responsabilidades”. Aguad fue acompañado por el titular de la Armada, José Luis Villán, y por el ex vocero de la fuerza, Ricardo Balbi, hoy agregado naval en Estados Unidos.
El hallazgo se produjo a la una de la madrugada del sábado, cuando el barco Seabed Constructor, de la empresa Ocean Infinity, realizaba una última recorrida sobre las aguas del Atlántico Sur. La empresa había manifestado su intención de retirarse el 26 de octubre, pero eso fue impedido por la presión de los familiares ante el gobierno, que a su vez le pidió a la empresa que cumpliera con los sesenta días de búsqueda pactados, que finalizaron el jueves 15. La permanencia se logró a partir de una presentación judicial que hicieron, en el juzgado de Caleta Olivia, las querellantes Valeria Carreras y Lorena Arias, que representan a dos grupos de familiares, y la orden emitida en ese sentido por la jueza Marta Yáñez, que habló sobre el futuro de la causa (ver aparte).
El señalamiento de la zona donde apareció el submarino había sido señalada desde el principio de la búsqueda. Los familiares tenían expectativa sobre la posible novedad del hallazgo, a partir de las palabras del propio presidente Mauricio Macri, quien en el acto del jueves en Mar del Plata dijo que “en pocos días, pronto”, se iba a llevar al mar la bandera del submarino, frase interpretada casi como un anuncio. En la noche de ese día, ya se tenía el dato sobre la presencia de un casco de sesenta metros de eslora (longitud), muy similar a los 80 metros del ARA San Juan.
Sobre la posibilidad de que el submarino pueda ser reflotado y llevado a tierra para realizar peritajes que permitan establecer las causas de la tragedia, Villán dijo que tienen “dos límites” para responder a esa pregunta. El primiero es legal porque la jueza de Caleta Olivia es la que debe decidir “en que momento se pueden remover las distintas partes del submarino que han sido halladas”. La segunda cuestión tiene que ver con las condiciones fácticas para realizar el rescate de la nave. Dijo Villán que la Armada “no puede ni negar ni afirmar” que eso sea posible. “El tiempo nos va a ir dando las respuestas”, de acuerdo con las condiciones climáticas del lugar donde esta hundida la nave y de la medición del las toneladas de peso que deben ser llevadas a la superficie.
Cuando se le repreguntó si en el país hay elementos técnicos posibles para hacer el rescate, Aguad señaló: “Yo le diría que no, no tenemos medios para hacerlo, no teníamos medios ni siquiera para bajar a las profundidades del mar, porque no contamos con la tecnología necesaria”, motivo por el cual recurrieron a la ayuda internacional. Las limitaciones en la búsqueda, se replican porque “tampoco tenemos tecnología apta para rescatar a un buque de estas características”. Aguad dijo que los pasos inmediatos son los de recibir toda la información reunida por Ocean Infinity, que “por contrato nos tienen que dar absolutamente toda la información, además de informar sobre el estado del lecho marino argentino y de todas las áreas que han analizado”. Esa información será transmitida a la jueza Yáñez, con la que el ministro se había comunicado el viernes tras el hallazgo.
El ministro insistió en que de ahora en mas “muchas de las decisiones las tiene que tomar la justicia y además hay un sumario interno por las sanciones disciplinarias” a cargo del Ministerio y de la Armada. Aguad dio una explicación sobre porqué se tardó tanto en encontrar al ARA San Juan, justamente en un área que había sido señalada como la más probable. “Por ese lugar buscaron naves de todo el mundo, que no tienen la misma tecnología que la empresa, pero que tienen muy buena tecnología, pero nosotros habíamos dicho desde el principio que no es fácil hallar un submarino y menos en las profundidades en la que lo hemos encontrado”. Sostuvo que la empresa “tenía libertad para buscar, por una exigencia que nos habían hecho los familiares, al punto que en los últimos dos días, por indicación de los familiares y de la jueza, la empresa fue 200 millas más al norte a buscar un punto donde se decía que habían escuchado ruidos de cascos, pero ahí se verificó y no se encontró nada”.
Con posterioridad, en la noche del día 15 “recibí una llamada a las diez de la noche del almirante Villán, que me dijo que la empresa que se estaba yendo a Sudáfrica había revisado toda la cartografía y habían encontrado un punto de sumo interés”.
El barco volvió atrás 200 millas “y la imagen que habían registrado, era la del ARA San Juan”. Villán agregó que la empresa fue “barriendo” las distintas áreas ya recorridas “hasta llegar a esta, que es la 15A, un área más chica que está incluída en el área uno que por toda la información internacional recibida, la Armada misma había definido como la de mayor incidencia”. El área, según el jefe de la fuerza, tenía el número 24 y se llegó allí “luego de que la empresa revisara las 23 áreas que había recorrido anteriormente”. En el área 24 se encuentra “la subárea 15A, que en esta ocasión fue barrida en forma más lenta, porque hay cañadones que hacen más dificultosa la búsqueda, porque interfieren la información que los AUV (vehículos submarinos autónomos utilizados para la búsqueda de naves) van suministrando en forma acústica”.
Aguad recalcó que “la última comunicación del ARA San Juan se produjo el día 15 (de noviembre de 2017) a las 8,15 y el ruido acústico que registró la Ctbto (Organización internacional contra el uso de armas nucleares), fue a las 10,51 de ese día, menos de dos horas después, lo que marca los tiempos en los que se produjo el desenlace de esta tragedia”. Barbi señaló que la información de la Ctbto fue analizada por tres científicos civiles, que trabajan para la Armada, que viajaron a Viena para realizar su propio análisis sobre la base de lo informado anteriormente por sus colegas austríacos. La zona marcada para la búsqueda fue la misma, corroborada por “los científicos argentinos y allí se buscó, pero la empresa tuvo que pasar varias veces hasta detectar el punto” donde se produjo el hallazgo en la madrugada del sábado. “No fue fácil detectar al submarino porque está construido para no ser detectado y más con la implosión que tuvo todo su casco resistente (en la proa), que no está partido, está en una sola pieza, pero si deformado y abollado hacia el interior producto de la presión externa de la columna hidrostática a 900 metros (de profundida), que es la presión que hace el mar”.
Villán insistió en que la Armada “le dio a la empresa toda la información disponible y ellos buscaron según sus propios criterios, porque tenían la libertad de hacerlo”. Sobre las posibles causas de lo ocurrido, Aguad respondió que eso lo determinará la Justicia y que la Armada aportara el estudio que vienen realizando una Comisión integrada por marinos expertos. Dijo que “ese informe, que está previsto para la semana próxima, puede revelar secretos, sin el submarino presente, que luego veremos si hay alguna manera de corroborarlo”, si es que es posible recuperar la nave. Los tres almirantes que integran la Comisión “habían señalado también que la nave tenía que estar allí”, en el área donde fue encontrada. Consideró que el informe es “una hipótesis más cercana a la verdad de las conjeturas que pudiéramos hacer nosotros ahora”.
Ante otra pregunta, Aguad aseguró que la empresa “nunca había descartado la posibilidad” de encontrar al submarino en el lugar donde apareció y que “había iniciado la búsqueda en los lugares más fáciles, para luego entrar en los más difíciles, porque la tecnología con la que trabaja es muy costosa y querían primero descartar las zonas de fácil acceso antes de arriesgas los aparatos”. Reiteró que la zona del hallazgo “está rodeada por muchos cañadones y depresiones, de manera que no era fácil”. En cuanto a la posibilidad de que intervenga en la investigación una comisión independiente del gobierno y de la Armada, respondió que eso “depende de la jueza”.
Aguad aseguró que ahora falta “determinar las causas de lo ocurrido y encontrar a los responsables, si es que hubo responsables, mientras que el tema de la extracción de la nave, dependerá de la tecnología; todos lo ven como muy difícil, pero en este mundo nos encontramos siempre con alguna sorpresa tecnológica”. El ministro dijo que “los 44 héroes, sus familias y nosotros mismos, necesitamos determinar qué es lo que pasó y vamos hacer todos los esfuerzos, y esta es la orden presidencial: vamos a hacer lo imposible para que se pueda saber qué pasó”.