El vocero presidencial, Manuel Adorni, buscó hoy negar una interna entre Javier Milei y Victoria Villarruel por la sesión en el Senado para debatir el DNU de desregulación de la economía firmado por el Presidente al inicio de su gestión. Además, y en el marco de su habitual conferencia de prensa, le envió un mensaje a los senadores antes de la votación.
“Quedará en la conciencia de cada senador votar a favor o en contra de otorgarle más libertad a los argentinos o cargar con la responsabilidad de ser los primeros representantes del Senado en votar en contra de un DNU en toda la historia”, sostuvo.
Más allá de la explicación del funcionario, que en repetidas ocasiones aseguró que “no hay ningún problema” en la relación entre Milei y Villarruel, la inclusión en el temario de la sesión de este jueves del decreto 70/2023 generó polémica e, incluso, un comunicado oficial por parte de Gobierno en el que se lanzó una advertencia: “El rechazo significaría un grave retroceso”.
Es más, el ministro del Interior, Guillermo Francos, sostuvo hoy que la vicepresidenta “podría haber evitado” que el Senado trate este jueves el mencionado DNU.
El principal tema de la habitual conferencia de prensa del vocero Manuel Adorni fue precisamente la polémica en torno a la sesión en la Cámara alta, que comenzó hoy minutos después de las 11. Allí, el funcionario fue consultado particularmente por el comunicado emitido anoche por la Oficina del Presidente en el que criticó duramente “la decisión unilateral de algunos sectores de la clase política que pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta”, y que fue interpretado como un ataque directo a la vicepresidenta.
Adorni adjudicó esa mirada a una “mala interpretación” de los medios. “Nos sentimos sorprendidos por la mala lectura del comunicado, era un comunicado muy firme dedicado a toda la clase política, fue contra la casta política. Desconocemos por qué se hizo una lectura desacertada y se relacionó el comunicado con un mensaje a la vicepresidente de la Nación”, afirmó.
El vocero dijo que “todo” lo que leyó en los medios “efectivamente mostraban una mala lectura del comunicado”, y resaltó: “No hay ningún tipo ni de interna, ni de pelea ni de ninguna otra cuestión que tenga que ver con un enfrentamiento con la vicepresidenta. Somos todos un gran equipo de trabajo desde el 10 de diciembre pasado. Efectivamente el comunicado fue contra la casta política como lo ha sido siempre”.
Esa “mala interpretación” también se la adjució Adorni a José Luis Espert, el diputado que esta semana se sumó formalmente a La Libertad Avanza y que ayer dejó entrever que Villarruel había buscado perjudicar al Gobierno con la inclusión del DNU en la sesión de hoy.
“Tal como ustedes interpretaron mal el comunicado acusándonos de haber dirigido el comunicado a la doctora Villarruel, efectivamente Espert no tenía el conocimiento fino. Como les pasa a mucho que ven la tele, leen el diario, ante una mala lectura del periodismo, siguió esa línea. De todas maneras, no deja de ser una opinión de él”, explicó -según publica Infobae-.
Adorni también fue consultado sobre si el Gobierno tenía alguna estrategia en caso de que el DNU sea rechazado por el Congreso, y el vocero fue contundente: tras aclarar que si el Senado no lo aprueba queda aún la instancia de Diputados, afirmó que el Ejecutivo siempre tiene “plan B y plan C” ante cada iniciativa.
“Tenemos cero grado de imprevisión, para todo hay dos caminos adicionales a seguir. Siempre analizamos las acciones a seguir en base al norte, y entendemos que, en la búsqueda de ese norte, que es una Argentina más libre, más próspera, en el medio van a pasar un montón de cuestiones como lo que pasa con el DNU. Increíblemente estamos discutiendo con quienes destruyeron la Argentina si el DNU sigue vigente o no. Pero era parte de lo previsto, nadie podía suponer que la vieja política no iba a estar en contra de los cambios que proponemos. Así que para todo tenemos dos alternativas”, resaltó.
El Senado comenzó a debatir hoy el DNU de desregulación de la economía en una sesión especial que comenzó pasadas las 11, tras un pedido del bloque kirchnerista que la vicepresidente dio curso.
Desde hace más de un mes, el bloque kirchnerista, que comanda el formoseño José Mayans, presionó a Villarruel con pedidos de sesiones especiales para rechazar el DNU, que necesita el voto en contra de ambas Cámaras del Congreso para quedar desactivado, una situación que nunca ocurrió.