Se trata de una línea de financiamiento de $100.000 millones destinada a facilitar el capital de trabajo.
Mauricio Macri anunció este miércoles una nueva línea de financiamiento de 100.000 millones de pesos destinada a facilitar el capital de trabajo de las pequeñas y medianas empresas (Pymes).
Son «tasas de entre el 25 y el 29 por ciento en bancos estatales y privados», amplió desde Santa Fe, tras recorrer la planta agroindustrial sojera más grande del mundo.
«Para ayudarlas a pasar esta transición que vivimos y volver a la normalidad, dispusimos con el ministro de Trabajo y Producción, Dante Sica, una línea de crédito de 100.000 millones de pesos para las pymes, con las que podrán incrementar sus producciones y poder crecer. Este financiamiento estará disponible en 27 bancos, estatales y privados. Es posible por la política de estabilidad cambiara que sigue el Banco Central», destacó el presidente.
El jefe del Estado recordó que durante 2018 el país debió enfrentar una serie de problemas como “la sequía, la desaparición del crédito para los mercados emergentes y la causa (judicial) de los cuadernos”, que generaron “una inestabilidad financiera que afectó a las pymes”.
“Lo que estamos haciendo es entender nuestros problemas y sentar las bases para poder resolverlos. Por eso estamos mejor parados de cara al futuro que en 2015″, señaló Macri.
El ajuste en la tasa de interés que había aplicado el Banco Central desde la semana pasada para contener la renovada demanda por dólares impactó en el costo de financiamiento de las empresas.
El apretón monetario al que se vio obligada la autoridad central en los últimos días para desactivar cualquier atisbo de corrida hacia la moneda norteamericana llevó la tasa de interés de referencia de la economía argentina de, un nivel cercano al 43%, a superar el 50%. El BCRA buscó, de esta forma, volver a ofrecer una tasa positiva en pesos, que le gane a la inflación, para desalentar la dolarización.
Como consecuencia de esta decisión, el costo que deben afrontar las empresas para acceder a financiamiento, que venía en caída acompañando la curva descendente de las Leliq, volvió a estar cuesta arriba. Llegó a aumentar cinco puntos la tasa promedio de adelantos en cuenta corriente, una herramienta habitual que tienen compañías -especialmente pymes- para conseguir fondos.