En la Casa Rosada estudian una batería de medidas para atenuar el impacto de la crisis económica.
Apenas unas horas después del anuncio del Indec, que informó un aumento del 32% de la pobreza en Argentina y que resultó ser un duro golpe para la gestión de Mauricio Macri, llegaron los replanteos y en la Casa Rosada empezaron a trazar algunas estrategias a corto plazo para atenuar el impacto de esos números alarmantes: se mencionó la idea de reforzar la ayuda en comedores escolares, establecer un diálogo acotado con los movimientos sociales, tender un puente con la Iglesia, evaluar una ampliación de la canasta de alimentos con precios cuidados y extender la línea de créditos de la Anses.
Toda esta batería de temas fue puesta sobre la mesa anoche en una reunión que Macri protagonizó en la quinta de Olivos con varios referentes de su gabinete, aunque el mensaje político lo dio el ministro de Producción, Dante Sica, quien aseguró que el Gobierno va en el «camino correcto» hacia una «recuperación sólida y estable» de la economía.
Es decir, el presidente Macri no se moverá un ápice de las reformas estructurales que encaró su administración para encarrilar la economía. Pero en la Casa Rosada admitieron que habrá algunos ajustes de estrategia en lo que se refiere a la política social y la contención de los sectores más pobres teniendo en cuenta el clima de volatilidad social que se vive en la apertura de la campaña electoral.
«No habrá diálogo directo de la ministra Stanley con los movimientos sociales porque en un año político eso se terminará usando para politizar», dijo tajante un allegado a la ministra de Desarrollo Social. Para ser precisos: la idea es que los canales de diálogo con los grupos piqueteros sean los funcionarios de segunda línea para no exponer a la ministra y evitar la politización de la pobreza.
De hecho, desde el Movimiento Evita ya anunciaron que el próximo 4 de abril el Bloque Piquetero Nacional se sumará a la convocatoria de la CGT para hacer una jornada de lucha en las calles «por la alarmante situación de pobreza y en reclamo de que el Gobierno declare la emergencia económica».
Por otra parte, la ministra Stanley deslizó ayer a unos allegados que seguirá en la línea de diálogo permanente con la Iglesia para trabajar en conjunto con Cáritas en los comedores escolares y atenuar el impacto de la crisis. Según se supo, en las horas posteriores al anuncio del Indec, Stanley se comunicó por teléfono con varios obispos de la Conferencia Episcopal para reforzar los canales de diálogo y la ayuda social en barrios desprotegidos. En este sentido, hay una decisión del Gobierno de profundizar los programas de ayuda alimentaria en los comedores escolares del conurbano bonaerense y de aquellas provincias donde los índices de pobreza incluso superan al 32% general anunciado para todo el país.
De todas maneras, hay un sector de la Iglesia que tiene los canales de diálogo un tanto cortados con la Casa Rosada. Se trata de los referentes del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que la semana pasada difundieron un informe en el que determinó un incremento del 31,3% de la pobreza multidimensional. Según se pudo saber, el día previo a ese anuncio Agustín Salvia de la UCA envió el informe a Stanley pero no obtuvo más que silencio de radio.
Hay otros dos ejes de trabajo que también siguen de cerca en la Casa Rosada después del anuncio del Indec: uno de ellos es evaluar un aumento en el monto de los planes Argentina Trabaja y otro es extender la línea de créditos de Anses para sectores vulnerables de la economía.
La Asignación Universal por Hijo (AUH) ya tuvo su aumento inicial del año y no habrá otro incremento hasta mitad de año. Pero en el caso del Argentina Trabaja y otros programas de ayuda social existe un debate interno en el Gobierno sobre la necesidad de aumentar los montos otorgados.
A la vez, desde el Ministerio de Producción evalúan una ampliación de los créditos de Anses y eventualmente una extensión del listado de productos de la canasta básica que entran en la órbita de los precios cuidados para que los sectores pobres no se vean afectados por la inflación.
Sica habló hoy por radio sobre los datos de Indec y dijo: «Estamos viendo el impacto de la crisis del año pasado. Las crisis no son gratuitas para ningún Gobierno. Tomamos las medidas correctivas para estabilizar la macro (macroeconomía) para tener una recuperación más sólida y estable. No es fácil, no se puede hacer en poco tiempo», dijo.
Sin embargo, en el entorno de Stanley hay una mezcla de amargura y fastidio, más allá del sinsabor personal de la ministra. Este clima de malestar de Desarrollo Social apunta sustancialmente al ministro Sica y a su par de Hacienda Nicolás Dujovne.