El llamado a sesiones extraordinarias por parte del Gobierno la semana pasada generó una inmediata respuesta de la oposición, que exige incluir el Presupuesto 2025 en el temario como condición para debatir otras leyes, indica TN.
Desde la Casa Rosada minimizaron estas demandas, calificándolas como “una discusión vieja”. A pesar de las tensiones, el oficialismo se muestra optimista: confía en que los resultados positivos de su gestión y los acuerdos con los gobernadores serán suficientes para garantizar el respaldo necesario en el recinto y avanzar con leyes clave.
El kirchnerismo y el PRO pidieron el tratamiento del cálculo anual en el período extraordinario. En el partido amarillo lo comunicaron a través de un texto en las redes sociales, y muchos integrantes del espacio se despegaron tras su publicación. “Parece que nadie sabía de ese documento”, ironizó una fuente en Balcarce 50.
El Ejecutivo no se mostró preocupado por el pedido de los otros partidos ni por perder apoyos ante la falta de Presupuesto. “Los gobernadores del PRO dijeron que no sabían que iban a tomar esa postura. Parece que Macri era el único”, deslizaron en los pasillos de la sede de gobierno, en medio de las tensiones con el expresidente.
Además, Guillermo Francos salió al cruce de la decisión del PRO: “A nosotros nos parece fuera de lugar”. En diálogo con Radio Colonia, el jefe de Gabinete también explicó por qué la iniciativa no se sumó al temario: “No se llegó a un acuerdo por el proyecto que enviamos en tiempo y forma al Congreso. Tenía una línea clara, un mantenimiento del equilibrio fiscal, pero le empezaron a hacer algunos cambios”.
Además de evitar hablar de la exclusión del Presupuesto, el Gobierno incorpora en su plan la carta de las encuestas. “Nosotros sabemos que Milei tiene un 58% de imagen positiva”, graficó un funcionario que está al tanto de las negociaciones con los distintos bloques del Congreso.
Para el oficialismo, los números a favor del Presidente lo benefician a la hora de negociar, frente a la proximidad de las elecciones de medio término y la necesidad de lograr que se aprueben leyes importantes para la gestión libertaria. En el temario, las que más interés generan para la Casa Rosada son la eliminación de las PASO y los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema.
Este último proyecto también es una de las estrategias que utiliza el Ejecutivo para negociar los apoyos de las provincias. A cambio de los votos para Lijo y Mansilla, el oficialismo acuerda con los gobernadores los nombres de los 146 jueces federales que deberán ser nombrados en distintos puntos del país. “Los mandatarios provinciales están interesados por saber quién va a ir a su juzgado”, explican en Rosada.
Por su parte, la intención de la oposición es reunirse con el Gobierno antes del 20 de enero para tener en claro la hoja de ruta de las sesiones. Luego, esperan reunirse internamente con sus bloques.