Fue dispuesto por el Ministerio de Desarrollo Productivo. La medida se da en el marco de la caída internacional de los precios del petróleo y negociaciones por un “barril criollo”.
El Gobierno nacional actualizará a partir del 1º de abril el impuesto a los combustibles líquidos, que se venía postergando desde el año pasado. Sin embargo, advirtieron que ese incremento no se verá reflejado en un aumento de los precios de las naftas y el gasoil en las estaciones de servicio.
Se trata de un impuesto trimestral que se actualiza sobre la base de las variaciones del Indice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec y fue diferido sucesivamente desde 2019, durante el Gobierno anterior. Su implementación a partir de abril fue comunicada el domingo por funcionarios del Ministerio de Desarrollo Productivo a las empresas del sector.
El incremento va a ser absorbido por las refinadoras que se ven beneficiadas por la caída del precio internacional del crudo
Con todo, se les aclaró que el impuesto a los combustibles se descongela, pero que no debía reflejarse en variaciones en el precio que pagan los consumidores. “El incremento va a ser absorbido por las refinadoras que se ven beneficiadas por la caída del precio internacional del crudo”, les señalaron.
Por el acumulado en los últimos meses, este impuesto equivale aproximadamente al 5% del precio por litro de los combustibles, lo que representa $2,6 para el litro de nafta súper y $3 para la nafta premium, de acuerdo a los precios de las estaciones de YPF en la ciudad de Buenos Aires.
Desde las medidas de aislamiento social y preventivo dispuesto por el Gobierno, las ventas de combustibles en las estaciones de servicio se desplomaron. “Durante la primera semana de aislamiento, las ventas habían cedido un 80%. Ahora ya estamos más cerca del 85% al 90%, prácticamente estamos vendiendo un 10% de lo que vendíamos antes”, explicó Gabriel Bornoroni, titular de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la República Argentina (Cecha).
Las petroleras, por su parte, absorberían el impuesto y están en negociaciones con el ministerio de Desarrollo Productivo, que encabeza Matías Kulfas, para establecer un precio local o sostén del barril de petróleo. En precio internacional del petróleo Brent cayó este lunes a poco más de USD 22 por barril, su nivel más bajo desde 2002.
Las petroleras, por su parte, absorberían el impuesto y están en negociaciones con el ministerio de Desarrollo Productivo, que encabeza Matías Kulfas, para establecer un precio local o sostén del barril de petróleo
Las negociaciones se llevan adelante con las provincias petroleras, las empresas y los gremios, pero el objetivo del ministerio es también sumar a la cadena de productores de insumos y servicios, en su mayoría pymes. Las provincias solicitaron un precio de “barril criollo” de USD 54 retroactivo al 1º de marzo, mientras que las empresas consideraron que debería ser más cercano a los USD 42. Aunque aun no fue confirmado, el precio podría ser un valor intermedio de entre USD 45 y USD 47.
Este valor permite a las empresas seguir produciendo y a los gobernadores seguir sosteniendo los pagos por regalías. Para las empresas no integradas —que deben comprar a otra el crudo para procesar— puede sostener cierto nivel de actividad, teniendo en cuenta la caída de la demanda.
Otra idea es que las retenciones a las exportaciones de crudo que se ubican en un 8% —tras la sanción de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva—, queden vinculadas a la evolución del precio internacional del crudo.
En el caso de los consumidores, un precio de “barril criollo” implica que pagarán el combustible en las estaciones de servicios al mismo precio actual, sin observar ningún un impacto a la baja por la caída del precio internacional. “Un precio de un barril solidario y unas retenciones a las exportaciones que serían móviles es todo un paquete que están negociando las petroleras”, indicaron desde el sector.
En el caso de los consumidores, un precio de “barril criollo” implica que pagarán el combustible en las estaciones de servicios al mismo precio actual, sin observar ningún un impacto a la baja por la caída del precio internacional
Pero desde una de las firmas del sector, destacaron que que las empresas refinadoras ya tenían producto comprado y como la demanda cayó considerablemente, el impacto del “barril criollo” sería limitado.
En las estaciones de servicio, en tanto, hay mucha preocupación sobre lac continuidad en un contexto de caída abrupta de la demanda. Se estima que son 5.000 estaciones en todo el país. “Estamos enviando notas al Gobierno para recibir créditos a tasa cero que se depositen directamente en la cuenta sueldo de los trabajadores. Con este 10% que estamos vendiendo no vamos a poder hacer frente al pago de sueldos. Pedimos créditos a tasa cero pero lo vamos a devolver y de esa forma vamos a poder seguir funcionando”, agregó Bornoroni.
Fuente: Infobae/ Ximena Casas