El FUS insiste en cuestionar el subsidio para el organizador de “Teen Angels”

Desde el Frente Unidad Sur insisten en el cuestionamiento por el espectáculo ofrecido en Comodoro Rivadavia, donde remarcaron que se pasó “de la cultura del espectáculo al festival de subsidios”. Andrés Acevedo y Daniel Matyas,…

domingo 28/08/2011 - 10:15
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Desde el Frente Unidad Sur insisten en el cuestionamiento por el espectáculo ofrecido en Comodoro Rivadavia, donde remarcaron que se pasó “de la cultura del espectáculo al festival de subsidios”.

Andrés Acevedo y Daniel Matyas, dos referentes del Frente Unidad Sur, objetaron la explicación que dio el titular de Comodoro Cultura Abel Reyna sobre el subsidio de $85.000 otorgado al empresario Marcelo Ceferino Spanos, representante de Patagonia Sur Producciones SRL, empresa organizadora del espectáculo “Teen Angels” en la ciudad.

Según Reyna, estos fondos provendrían del Instituto de Asistencia Social (IAS) de la provincia y el Municipio, en una práctica que sería habitual, se limitaría a hacer la transferencia al beneficiario.

Matyas afirmó que “la respuesta de Reyna es tan insuficiente y oscura como la política cultural del municipio. Queremos ver qué pruebas presenta como respuesta al pedido de informe que hicimos al Concejo Deliberante y al Tribunal de Cuentas municipal. Esperamos ver no solo una serie de comprobantes de las operaciones financieras, sino también un proyecto concreto que justifique el expediente”.

Acevedo agregó que “aun si esto fuera cierto, no hace más que manifestar el lamentable rol que cumple esta gestión en el plano de la cultura. En primer lugar, la Resolución Municipal 1.892, mediante la que se otorga el subsidio, sería un caso grosero de desinformación pública o, peor, de manipulación de la información, porque se le dice al ciudadano que el Ejecutivo pagó una suma como esa, pero no se le indica de dónde salió la plata. De esa forma, el ciudadano nunca puede estar seguro si los subsidios entregados por la Municipalidad u otros gastos, son erogaciones de los fondos públicos municipales o plata que llovió del cielo, como parece ser en este caso”.

“Se le está faltando el respeto al ciudadano. Las resoluciones municipales están mal hechas. Se publican sin firmas y están incompletas. Muchas, como en este caso, se limitan a justificar lo que sea, con la frase ‘en un todo de acuerdo a los considerandos respectivos’ y no se dice cuáles son esos considerandos”, continuó.

La función del Instituto de Asistencia Social

Acevedo y Matyas cuestionaron también la función del IAS. “Das Neves ha utilizado la Lotería provincial para beneficiar a sus amigos. El ejemplo más claro es el de Miguel Del Sel, a quien le pagó más de 2 millones de pesos por el simple hecho de poner su imagen en la publicidad del Telebingo. Ahora podría ser que se usen esos fondos para aumentar las ganancias de sociedades de responsabilidad limitada”, apuntó Acevedo.

Según Matyas, “detrás de la cultura del espectáculo que promueven tanto la gestión de Das Neves como la de Buzzi, se promueve un festival de subsidios. Los ‘Teen Angels’ cobraron entradas ‘infernales’ (entre $130 y $600), obtuvieron suculentas ganancias y, como si fuera poco, el Estado les regala $85.000, una suma que le niega a organismos locales que quieren realizar acciones culturales mucho más legítimas y democráticas”.

Como en el Far West

En esta misma línea, Acevedo sostuvo que “si el Municipio se convierte en una mera oficina que ejecuta transacciones bancarias, como la oficina de correo que tramita los giros, la situación es grave. Se queda callada ante un despilfarro del gobierno provincial y, en vez de criticar, se convierte en cómplice. Actúa en contra de los ciudadanos de Comodoro, porque acepta y promueve la competencia desleal: se usa el dinero de la provincia y de la ciudad para solventar un espectáculo comercial y superfluo de un grupo empresarial de Buenos Aires y a los hacedores de cultura de acá se les da sistemáticamente la espalda”.

“Las explicaciones de Reyna son lamentables. Su oficina se llama ‘Comodoro Cultura’. Debería llamarse ‘Western Union’. El nombre no estaría mal, porque acá impera la ley del ‘Far West’: la suerte está del lado del más rápido. Y ya se sabe quiénes desenfundan primero, para usar nuestra billetera”, concluyó Matyas.

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