El presidente saliente y la flamante vicepresidenta apenas se dieron la mano durante la ceremonia en el Congreso
Para nadie es un secreto que enormes diferencias marcan la relación entre el ya ex presidente Mauricio Macri y la flamante vicepresidenta Cristina Kirchner. Durante los actos protocolares que compartieron en el pasado, siempre trataron de disimular al menos frente a las cámaras y se expresaron uno a otro cierto trato cordial.
Sin embargo, hoy, durante la jura de Alberto Fernández como nuevo mandatario de los argentinos, ninguno de los dos hizo el menor intento por ocultar la mala relación y apenas se saludaron en los segundos que compartieron el escenario en el Congreso de la Nación.
Con un frío apretón de manos y cara de pocos amigos, Cristina ni cruzó una mirada con Macri. Fue el momento más tenso de una jornada que hasta ese momento se llevó con normalidad y camaradería entre todos los actores del arco político nacional. Cuando el ex jefe de Estado ingresó, la cara de CFK cambió automáticamente. Por un instante, todo dejó de ser sonrisas. Él se acercó, estrechó la mano de la vicepresidenta, que respondió nuevamente sin siquiera mirarlo, y luego saludó al nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Fue marcada la diferencia con Alberto Fernández: apenas irrumpió en la Asamblea, el saliente jefe de Estado saludó con un fuerte abrazo a su sucesor, luego firmó y le pasó la banda presidencial con una sonrisa. Por su parte, Cristina Kirchner, sólo miraba al público y sonreía; siguió sin dedicarle un minuto para observar a Macri, que instantes después se fue.