A mediados de febrero presentarán las nuevas cifras que estarían más cerca del 29% que prevé el mercado.
El Fondo Monetario Internacional reconoció un fenómeno que ya venía siendo anunciado por el mercado: la inflación argentina será más alta de lo previsto durante este año y terminará más cerca del 29% que indica el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM).
«La probabilidad es que la revisemos al alza, por encima del 20% que teníamos», aseguró en conferencia de prensa el Director del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo, Alejandro Werner, quien este viernes presentó el trabajo que dirigió sobre perspectivas de crecimiento para América Latina.
El único motivo por el cual esa corrección en los pronósticos todavía no se ha dado, es por la extrema rigurosidad en el respeto de los calendarios que tiene la entidad con sede en Washington. «En esta fecha no revisamos los pronósticos inflacionarios. La actualización se hará luego de la tercera revisión del programa argentino en la segunda semana de febrero», explicó Werner.
Según el mexicano a cargo de la región, el principal motivo que explica el mal desempeño argentino para 2019 fue la sorprendente espiralización en el nivel general de precios que se vio a fin del año anterior que dejo un punto de partida más alto.
No obstante, volvió a respaldar al equipo económico de Macri y auguró buenos resultados a futuro. «Sería deseable que no se hubiese visto una inflación tan alta en 2018, pero hay que enfocarse en el cambio de tendencia. Una caída desde el 50% que hubo en 2018 no es una caída lenta. Refleja la estabilidad cambiaria y la buena política monetaria», subrayó.
Si bien se mantuvieron las perspectivas de caída del PBI en el 1,7% -1,2 puntos porcentuales por encima del escenario que trabaja Dujovne-, Werner celebró que «a partir del segundo trimestre la economía mostrará tasas de crecimiento».
De todos modos, alertó sobre la incertidumbre que generan las próximas elecciones y en un nuevo respaldo a Macri, advirtió que «un giro político puede descarrilar el programa, un cambio importante en la dirección de política económica siempre ha sido un riesgo considerable».
«No vemos un riesgo de incumplimiento de las metas fiscales. Donde vemos el efecto de la incertidumbre política es en las decisiones de los inversionistas que quieren ver cómo se comportará la economía no sólo en los próximos 12 meses, sino en los próximos 24 o 36 meses. Eso es muy importante para aquel que quiere invertir, para el que tiene un bono o para el ahorrador que tiene un plazo fijo», agregó.
En relación a la actualización de las perspectivas económicas para el conjunto de América Latina y el Caribe, el Fondo estimó un crecimiento del 2% para este año -que se extiende al 2,3% al excluir a Venezuela- y del 2,5% para 2020.
«La actividad económica sigue acelerándose, pero a un ritmo más lento de lo que anticipábamos en octubre. El aumento de la incertidumbre de la política económica y el menor crecimiento mundial explican este fenómeno», manifestó el director del hemisferio.
En este sentido, culpó a la FED de «no estar haciendo el anuncio apropiado» por no llevar tranquilidad y decir que serán más cuidadosos con el ajuste monetario. «Si queres ir al piso 10, ya cuando estás llegando al 8 o al 9 tenés que disminuir la marcha y ser muy cauteloso porque podes pasarte al 14. Eso le está pasando a la FED», ejemplificó.
Por el contrario, los factores que empujarían el desempeño de la región al alza, serían el mayor dinamismo de Brasil -«que tiene una muy buena agenda, pero hay incertidumbre respecto a su implementación»-; el crecimiento de los países de la Alianza del Pacífico y las altas tasas centroamericanas.