Así lo hizo saber en horas del mediodía de hoy al ser consultado por el disparador de polémica que generó el atraco de “poliladrones” a un cajero automático en Puerto Pirámides que obligó a algunas renuncias que consideró que no son suficientes, porque resta la más importante, la de quien comanda políticamente el área de seguridad.
Juan Luis Ale adujo que el caso más reciente ha sorprendido a la superioridad policial, y esto lo incluye, asegurando que su relación con Caimi por temas personales no era la mejor y que hubo un distanciamiento con él hace unos años por esas diferencias. Pero no dejó de reconocer su capacidad e inteligencia, algo que no le hacía presumir una actitud de esta clase.
Ale aclaró en diálogo con el programa “Luenzo de Una”, por Radiocracia, que había en el ambiente una idea de sesgos sospechosos, de que algo no andaba bien. El comisario retirado señaló que el desmadre de la fuerza puede producirse cuando se dejan de hacer y de que funcionen los controles necesarios, por pensar que el personal se va a molestar por ello, dirigiéndose a al renunciado comisario José Guillermo Castaño.
Sostuvo que a la gran mayoría del personal honesto que integra la fuerza eso no le molesta. “Al que le incomoda es a los que quieren ventajas, libertades, y comienza cierto relajamiento y abandono de normas que no deben dejar de imperar en nuestra institución, y esto no es ser castrense ni militarista”, argumentó.
De punta contra el Ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia
“Cambiar por cambiar y ser distinto al anterior porque sí, no sirve. Después se ven las consecuencias más allá que en mi gestión tuvimos casos difíciles”, dijo de las palabras de Héctor Miguel Castro ni bien éste asumió, defenestrándolo. “Lamentablemente cada tanto se dan sucesos complicados pero este ya es extremo. Debió haber más renuncias no sólo por ética o por orgullo profesional pero cada cual hace las cosas de acuerdo a lo que le dice su conciencia”, fustigó Ale al aún ministro.
El ex funcionario policial chubutense, quien pasó 37 años de su vida en la fuerza, 18 de ellos en Comodoro, indicó que la sociedad chubutense debe seguir confiando en la policía del Chubut porque la inmensa mayoría son personas honestas y que, mirando hacia adentro, no hay que tenerle miedo a la verticalidad de las instituciones y debe primar el respeto, la subordinación. “Hay que dejar de lado egoísmos personales”, sugirió.
Volviendo a cargar contra Castro, sostuvo que es muy feo procurar crecer o impactar a la opinión pública a través de descalificar a los que estuvieron antes. “Yo reemplacé al Comisario General Leske y nadie me ha escuchado decir una sola palabra crítica hacia él. Lo podría haber dicho para quedar bien, por demagogia, pero nunca lo hice”, recordó.
Ale enfatizó que muchas veces el poder político en su afán de hacer, quiere incursionar en cuestiones técnicas y operativas que son patrimonio absoluto de los hombres formados para eso y que diseñar políticas de seguridad en lo social, prevención, deporte está muy bien, pero decir cómo hacer o no hacer las cosas, harta a quien está formado. “Eso lo deben corregir y respetar la ejecución de quienes la llevan adelante”, expresó.
Respeto institucional
Aún con las pruebas que hay en el caso que hoy se analiza, remarcó que se debe esperar la resolución de la causa administrativa y que no se puede cesantear con un decreto a los trabajadores, porque el respeto al marco de la Ley debe venir especialmente de los gobernantes, dijo en referencia al gobernador Das Neves y su iniciativa de cruzar el hecho con un mensaje rápido.
Las diferencias más profundas Ale las tiene especialmente con Castro: “No tengo ninguna duda de que debería renunciar. Lo digo terminantemente, porque así como él se ocupó en un solo mes de intentar descalificarme ante el personal, que no lo logró, debiera ver entonces que tantas cosas juntas en dos años ameritan decir que, si no pudo cortarlo, me voy”.
Por último, pidió que le dé su lugar a otro que lo pueda hacer de una vez por todas. Que no crea que porque gana una elección en una ciudad, está en condiciones de solucionar los temas de seguridad. “Se frenan ideas que permiten el crecimiento institucional porque hay celos políticos que lamentablemente son evidentes. Que no se equivoquen los que vengan a futuro”, cerró esperanzado.