Hay muy pocas búsquedas en el sector. El parate puede dar espacio para quienes quieran capacitarse para cuando el nivel de actividad repunte.
Un grupo de especialistas en recursos humanos ofreció un webinar para debatir las perspectivas que ofrece el mundo del empleo en la industria del oil and gas para los próximos doce meses. De acuerdo a lo publicado por LMNeuquen, los expertos coincidieron en que el panorama a corto y mediano plazo no es alentador e instaron a las personas en proceso de búsqueda laboral a aprovechar el tiempo para capacitarse, dar fruto a nuevos emprendimientos y hasta poner la mirada en otras industrias.
“La idea era hablar nosotros que tenemos mucha experiencia en el tema y trabajamos en la industria en el día a día”, explicó Rubén Aramayo, profesional de Recursos Humanos y Relaciones Laborales ligado a la industria del oil and gas. Según expresó, es difícil hacer futurología, pero las perspectivas a corto y mediano plazo no ofrecen alternativas de incremento en la demanda laboral.
Según expresó, son muy pocas las búsquedas activas en el rubro, ya que los puestos de operación se cubren al relocalizar la mano de obra que quedó ociosa a partir de la caída de la actividad. Según Aramayo, la situación comenzó a complicarse incluso antes del inicio de la pandemia “Ya desde agosto del año pasado, con el decreto de Macri, la actividad empezó a decaer”, sostuvo.
Para el especialista, las únicas búsquedas activas en la industria apuntan a personal administrativo, específicamente en el área de liquidación de sueldos. Aclaró que es un trabajo que no requiere de un título académico pero sí de cierta expertise, por lo que no son posiciones tan sencillas de cubrir.
Aclaró también que el panorama es complicado por la cantidad de empleados que están suspendidos y un gran caudal de programas de retiros voluntarios que se ofrecen en la industria. Según explicó, este tipo de retiros resultan atractivos para los que ocupan puestos más gerenciales y tienen más armas para montar sus propios negocios o proyectos personales, pero no para las posiciones de operación, que muchas veces tienen su fuerza de trabajo como único capital.
Para Aramayo, el momento exige mantenerse alertas a la apertura de nuevas búsquedas. Sin embargo, aclaró que lo más aconsejable es apuntar a puestos en otros rubros que no se vieron tan afectados por la pandemia, como la logística, el transporte o la venta de supermercados.
“Para aquellos que tienen algo de capital, este es el momento para empezar algún emprendimiento o proyecto propio y, para el resto, es bueno para aprovechar la gran cantidad de oferta de webinars y cursos gratuitos que hay durante la pandemia”, dijo, y aclaró que la búsqueda laboral siempre debe enfocarse en el aporte de valor que puede hacer el trabajador a la compañía y no en sentido inverso.
Otro de los participantes del webinar fue Martín Leuci, licenciado en capital humano, quien se refirió a la importancia de “darle una vuelta de rosca” al teletrabajo para poder potenciarlo y sacar provecho de todas sus ventajas.
En ese marco, afirmó que es necesario utilizar este tiempo de caída en los niveles de actividad para fomentar nuevas habilidades que puedan fortalecer los perfiles profesionales de cara a nuevos escenarios.
Así, aclaró que el aprendizaje de idiomas y de herramientas de informática será fundamental para hacer frente a futuros traslados hacia lugares que hayan sufrido en menor medida el impacto de la caída de los precios, o adaptarse a las formas de trabajo remoto que configurarán el universo laboral en el futuro. Aunque coincidió en que no hay perspectivas de un resurgir en el corto plazo, aclaró que la reactivación del empleo dependerá de variables internas y externas.
El peor contexto: la crisis más dura de la historia
Hace un año que las cosas no son lo que eran en las áreas productoras de gas y petróleo en Vaca Muerta. En agosto, el freno al precio interno del crudo marcó el inicio de una actividad que luego sumó las malas condiciones macroeconómicas del país como un ingrediente para la caída de las inversiones.
La llegada del escenario marcado por la pandemia agregó un factor para la preocupación: la baja en la demanda interna de crudo y su impacto en la menor actividad en los yacimientos.
Unos 20.000 trabajadores de la Cuenca Neuquina tuvieron que quedarse en sus viviendas: el aislamiento preventivo dispuesto por el gobierno nacional para evitar contagios fue una constante desde marzo.
En ese lapso, los gremios del sector firmaron acuerdos con las cámaras petroleras por los cuales el personal quedó percibiendo un 60% de sus haberes habituales.
Este contexto también plantea qué nivel de actividad será posible en los próximos meses, en un escenario en el que la cuarentena impide mayores niveles de producción producto de la caída de la demanda interna de combustibles.
Así las cosas, la demanda laboral atraviesa uno de sus peores momentos en el shale de Vaca Muerta. Hubo otras crisis, como la del 2017, pero ninguna tan cruenta en sus efectos como la que se experimenta en la actualidad.