Ignacio Cherino, de 44 años, desde el 2015 era el capellán de la Brigada del Ejército Argentino y padre en el Liceo Militar General Roca,cuando llegó la pandemia y empezó el confinamiento, que lo obligó a dar las misas a distancia, a tavés de las redes sociales.
Cherino, oriundo de Mercedes, provincia de Buenos Aires, era profesor de Historia hasta que en 2004, con 25 años, sintió que su verdadera vocación lo llamamaba y se hizo seminarista.
«Consideré que Dios me llamaba para eso, renuncié al trabajo y me lancé a una aventura que fue linda mientras duró», recuerda con alegría aquellos tiempos de los que guarda un recuerdo vívido de la gente de Chubut.
Cherino contó su historia en primera persona en el programa Primera Vuelta por Cadena Tiempodesde Lomas de Zamora, donde vive felizmente con su pareja y sus hijos del corazón.
El sacerdote daba sus misas por internet a todas aquellas personas que quisieran conectarse, y una de ellas era Gabriela, divorciada hace diez años, madre de dos adolescentes.
«Nos conocimos en la virtualidad, pero cuando la cosa tomó otro rumbo me decidí a conocerla personalmente; la cosa no era solamente algo romántico e idílico«, cuenta.
En esos días de distanciamiento social, Gabriela e Ignacio comenzaron a hablar -él en Chubut y ella en la provincia de Buenos Aires- y así fue como entablaron una amistad.
Gabriela es de Temperley y por aquellos años daba clases de catequesis en una escuela de Lomas de Zamora. El sacerdote sentía algo más que afecto fraternal por Gabriela, esto lo llenó de dudas y buscó ayuda.
Ahora, felizmente en pareja, asume que no es tan poco común que un religioso se enamore y cambie de vida.Pero en ese momento, Ignacio se hizo un replanteo profundo de lo que le estaba pasando.
“Se me generó un conflicto interno, espiritual, emocional y psicológico; si no era una cosa fruto del confinamiento y la crisis de los 40. Hice terapia, busqué consejo de un amigo sacerdote que me supo orientar. No me iba a permitir tener una doble vida, una doble moral y ser un hipócrita”, dice.
ENCRUCIJADA
El Padre Chierino, en la disyuntiva, siguió el camino que le marcaba su corazón, juntó valor y le comunicó al obispo que iba a dejar el sacerdocio por una mujer.
“En noviembre del 2020 renuncié ante mi superior, mi obispo, tuve que rehacerme y volver a buscar trabajo. Gracias a Dios tengo trabajo en un colegio privado laico en Lomas de Zamora, donde soy preceptor y empleado administrativo”, dijo.
El cambio de vida no fue fácil, más por el que dirán del afuera que por lo que sentían por dentro. Ignacio se quedó en la calle, con el título de profesor de Historia, y le costó reinsertarse.
«Nadie me dijo te vamos a dar una mano para que consigas trabajo. No estoy renegado contra la Iglesia ni contra Dios ni contra mi fe. Esperaba otro acompañamiento que no lo tuve; desde ese punto de vista me sentí un poco de desencanto de algunas personas, no todos», comentó.
Gabriela también perdió el trabajo en el colegio de Lomas de Zamora;«por estar en relación con un ex sarcedote la despidieron», contó Ignacio.
Pero estas desventuras no llevaron a que Ignacio y Gabriela perdieran su fe, sino más bien reforzaron sus convicciones pero «del otro lado del altar», como le gusta decir al ex sacerdote.
«Sigo siendo creyente, un hombre de fé, pero desde el otro lado del altar. Estoy en trámite de tener la dispensa del celibato para contraer matrimonio el día de mañana. Sigo creyendo en Dios, me sigo creyendo católico y viviendo mi nueva vida con esa familia ensamblada», asegura.
LOS PREMIOS
El primer premio lo tuvieron en un mundo que nunca habían imaginado: el de la tele. Ganaron 8 millones de pesos en «Los ocho escalones» de Canal Trece. Gabriela lo anotó en el programa mientras ella se dedicaba a buscar trabajo.
El otro reconocimiento estaba ahí, esperando en la casa de Gabriela: formaron una familia junto a los hijos adolescentes del matrimonio anterior.
«De algún modo soy papá del corazón. No descartamos tener hijos, no creo que la paternidad se reduzca solo a lo biológico.Los hijos lo tomaron muy bien, mejor de lo que me imaginaba, tengo una excelente relación con ellos», concluyó.