El ministro de Defensa, Agustín Rossi, anunció que las distintas unidades de producción de las Fuerzas Armadas producirán alcohol en gel y barbijos, camisolines y cofías para el personal sanitario.
El objetivo de la reorientación de la tarea de las unidades dependientes del Estado Mayor Conjunto es reforzar el abastecimiento de la población y del sistema sanitario, para las tareas de prevención por la pandemia del coronavirus.
El funcionario explicó que, en las última semanas, la cartera que conduce “ha equipado” a los laboratorios militares para que “intensifiquen” su labor y “aumenten la capacidad de producción de alcohol en gel para que sea distribuido donde sea necesario”.
De la misma manera, dispuso que las sastrerías del Ejército, que en lo habitual se encargan de la elaboración de la vestimenta y accesorios de la fuerza, “reoriente” su trabajo “para hacer barbijos, camisolines y cofias para el personal sanitario” dependiente de los centros sanitarios y hospitales del Estado.
“Hemos hecho un relevamiento de las capacidades de la sanidad militar, y lo hemos puesto a disposición del Ministerio de Salud”, remarcó el titular de la cartera castrense durante una entrevista radial, en la que puntualizó que las fuerzas tienen “una logística perfectamente aceitada” para expandir su colaboración.
Al enumerar la estructura disponible, Rossi incluyó los tres hospitales dependientes del Ejército: el Central Militar, el Aeronáutico y el Naval en la ciudad de Buenos Aires; el Hospital del Campo de Mayo y dos en Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires; y dos más en Córdoba.
Además, puntualizó que “en el caso de que la emergencia así lo indique, tenemos la posibilidad de desplegar un hospital de campaña de alta complejidad con 26 camas”, y cuya utilización “la determinará el Ministerio de Salud”, que encabeza el comité especial para el coronavirus que analiza la situación del virus en todo el país.