El duro momento de Centurión tras ser marginado de Vélez: “Tuve ataques de pánico”

El delantero dijo sentirse solo y dio a conocer que entrena individualmente a la tarde y no le permiten ver a sus compañeros de la primera. Ricardo Centurión no está en su mejor momento. Fue…

martes 27/09/2022 - 21:46
Compartí esta noticia

El delantero dijo sentirse solo y dio a conocer que entrena individualmente a la tarde y no le permiten ver a sus compañeros de la primera.

Ricardo Centurión no está en su mejor momento. Fue relegado en el plantel de Vélez y no tiene actividad oficial hace meses tras su vuelta de San Lorenzo.

A sus 29 años se encuentra entrenando solo a la tarde, lejos del plantel de primera del Fortín y a la espera de encontrar otro club donde pueda jugar.

En diálogo con Radio La Red detalló que entrena una hora por día al mando de un preparador físico y un kinesiólogo y luego se vuelve a su casa.

“Mi vida es como lo era en la pandemia porque para un futbolista el fútbol lo es todo y cuando no lo tenés es como estar en pandemia”, describió.

En ese tenor, admitió que en su momento “me cansé de la vida. Había agotado todo. Me sentía agobiado. Estuve con ataques de pánico, estuve desparecido varios días. Necesitaba irme de todo. No me soportaba ni a mí mismo, era difícil”.

Además reveló que “pensaba que el amor de mi hija me iba a hacer olvidar de un montón de cosas, pero el amor de un hijo es diferente a otro amor o a una pérdida. No lo pude soportar hasta mirarla a los ojos a mi hija. Mi hija está creciendo y me hago cargo. Pero me dicen, ¿por qué no lo solucionás?’ No sé, no tengo las respuestas. Duele saber que llega el fin de semana y que no voy a jugar”.

Por otra parte, criticó la falta de acompañamiento, contención y atención por parte del club dueño de su pase. “El problema es que a nosotros no nos escuchan. No nos hablan, no nos dicen ‘¿qué te pasa?’ Ni siquiera te putean. ‘¿Qué te anda pasando? La co….’ No te lo dicen. Mi personalidad es que si a mí me gritan yo grito más. No me considero una mala persona y te digo las cosas en la cara”.

En otro tramo de la entrevista admitió sus errores con respecto a las ausencias de los entrenamientos. “De no ir a entrenar es algo de pelotudo grande, porque antes no lo hacía. Nunca había faltado antes. Y si me la pagaba cuando era más chico iba a entrenar igual. Fue de grande por un montón de problemas que tenía. Pero después te la tenés que jugar y yo me pongo en lugar de un técnico o dirigente y no es fácil la decisión”.

“Inconscientemente le falto el respeto a mi compañero porque el que juega en mi puesto debe decir ‘este falta o llega tarde y juega los domingos’. Porque si se está rompiendo el orto para jugar y si uno falta y juega. Pero son decisiones del entrenador y de uno que me daban la mano y le agarraba el codo, como me pasaba”, admitió.

“Sé que hice muchas cosas mal, pero no puedo solucionar las cosas. Yo hablo con el corazón, con lo que pienso en ese momento”, confesó.

En cuanto a su actualidad, dijo que “hoy a mí no me llama nadie. Te encontrás solo. Te das media vuelta y está tu vieja, tu señora, nadie más. Yo sabía que esto en algún momento iba a pasar, no le escapo. Con mi familia cuando no teníamos nada comíamos. No me asusta si hoy no puedo pagar un departamento en Puerto Madero y me tengo que volver a casa. No te voy a mentir que te acostumbrás a un estilo de vida y después molesta un poco”.

El exBoca, Racing y San Lorenzo no dudó en decretar que “si yo tengo una oportunidad suelto todos los vicios. Si me empiezo a entrenar sé que en poco tiempo estoy bien”.

“YO SÉ QUE SI ME PONGO LAS PILAS TENGO POSIBILIDADES”

En su extensa conversación con el equipo periodístico de La Red, aseguró sentir “bronca cuando me boicoteo cuando las cosas me van bien. Yo sé que si me pongo las pilas tengo posibilidades”.

He probado con psicólogos y he ido al psiquiatra. Pero la verdad es que tampoco creo. Soy un pibe muy cerrado y cuando hablo lo voy a torturar al psicólogo porque hablo tres horas por día. Mi psicólogo era el vestuario”, indicó.

“Me pasó también de no dejarme ayudar y hay veces que no se soporta y explotás. Lo exploto saliendo a la noche y tirando todo por la borda. Para mí no hay un Dios porque yo no lo conozco. No he creído ni en mí mismo”, reflexionó también.

“Estoy yendo todos los días a entrenar por la tarde, pero a veces pienso ‘¿para qué sigo yendo?’ Hoy fui a saludar a los chicos y me sacaron cagando los de seguridad. No me dejan ni tomar unos mates con los pibes. A ellos no les importa nada. La voy a comer hasta fin de año”, sostuvo por último.

Compartí esta noticia