Eduardo hizo un cartel a mano para que sus clientes supieran que sumaba un nuevo medio de pago. El tuit se viralizó y llegó a Marcos Galperín quien tomó su historia como ejemplo de la democratización de los servicios financieros en el Gran Buenos Aires.
Un puestito de macetas de madera hechas artesanalmente a la vera del camino en el Ramal Pilar fue la historia del día en Twitter. Eduardo, un hombre de 57 años que tras 10 desempleado se la fue rebuscando con distintas changas, sumó un cartel aparte del que enumera qué artículos vende: uno hecho a mano para comunicar que acepta Mercado Pago -la billetera electrónica de Mercado Libre- para cobrar sus ventas, según publica el diario Clarín.
“Pasó cualquier cantidad de gente para contarme lo del mensaje, hasta el patrullero vino a decirme. Yo no uso redes sociales, no soy ducho con internet ni con el celular, por eso tardé en poner Mercado Pago, pero me enseñaron mis hijos y mis nueras y me animé a sumarlo”, contó Eduardo en diálogo con Clarín aún sorprendido por su repentina popularidad.
La historia comenzó con el tuit de una persona que vio en el Km 38,5 del Ramal Pilar de la Autopista Panamericana en la bajada del Puente Alberti, a un vendedor ambulante de macetas y huertas de madera de eucalipto con el famoso cartel que llamó su atención. «Vendedor ambulante en Pilar con logo actualizado hecho a mano», escribió el usuario.
El tuit comenzó a viralizarse luego de que el CEO de Mercado Libre, Marcos Galperín, lo citara y señalara el caso como un ejemplo de democratización de los servicios financieros en el Gran Buenos Aires.
La cuenta de Twitter de Mercado Pago citó el tuit de Galperín y pidió ayuda a los usuarios para encontrar al vendedor.
Y así fue que dieron con Eduardo. El vendedor ambulante estrella contó a Clarín cómo comenzó su emprendimiento: “Hace diez años me quedé sin laburo. Teníamos con mi esposa una pizzería que no funcionó y la cerramos. Desde ese momento siempre hice changas, no soy jubilado ni cobro ningún plan”.
“Un día mi hijo Luis, que trabajaba en una fábrica y le daban maderas que ya no se utilizaban, me pide que lo lleve a buscar maderas para hacer una cucha para el perro. Fuimos con mi camionetita y cargamos toda la madera que entraba. Hicimos la cucha y con lo que me sobró empecé a hacer las macetas. No tengo para tirar manteca al techo, pero se sobrevive», repasó Eduardo.
Al estar posicionado cerca de muchos countries de la zona de Pilar, Eduardo empezó a notar que cada vez más clientes, acostumbrados a no llevar efectivo encima, le pedían que incorporara un medio de pago electrónico para tarjetas de débito y de crédito.
“La gente de los countries me hacen encargos por Whatsapp, al principio de la cuarentena trabajé muy bien porque la gente estaba en la casa y se dedicó mucho a las huertas y las quintas, ahora bajó un poco el trabajo”, comentó el artesano de la madera.
En el puesto en Ramal Pilar, que está a unas 25 cuadras de su casa, tiene a la venta medidas estándar de macetas y huertas de eucalipto que van de los 600 a los 2500 pesos.
Para hacerle encargos personalizados hay que hacerlo a su whatsapp con algunos días de anticipación, ya que trabaja solo en la confección. Pablo, su hijo mayor, lo ayuda en la atención del puesto cuando el tiene que quedarse armando nuevos productos.