Los agentes de prevención de la Ciudad de Buenos Aires fueron alertados por los vecinos de la zona y llegaron a tiempo para aplicar las maniobras de reanimación antes de que esta persona muriera.
Con rápidas maniobras de reanimación Cardiopulmonar (RCP), un grupo de agentes de Prevención de la Ciudad de Buenos Aires le salvó este lunes la vida a una mujer que se descompensó y tuvo convulsiones en un supermercado del barrio porteño de La Boca, detalla Infobae.
De acuerdo con lo que precisaron fuentes policiales a Infobae, los efectivos que participaron del operativo se encontraban en la zona cuando fueron alertados por los vecinos de una persona que estaba sufriendo un ataque de espasmos dentro del local ubicado sobre la calle Olavarría al 900.
Inmediatamente, se acercaron al lugar y encontraron a la víctima que efectivamente estaba tendida en el suelo y sufriendo convulsiones, por lo que comenzaron con las maniobras de reanimación mientras esperaban la llegada del personal del SAME que, una vez en el sitio, trasladaron a la paciente hasta el Hospital Argerich.
Se hicieron presentes también efectivos de la Comisaría Vecinal 4 C de la Policía de la Ciudad, que colaboraron con el traslado de la mujer y realizaron las actuaciones correspondientes, ya que la misma no tenía su documento de identidad.
Desde que se instauró la cuarentena obligatoria, el gobierno porteño redefinió las funciones del cuerpo de agentes de prevención, que antes de la pandemia estaba abocado a la asistencia de turistas, el cuidado de los senderos escolares y la atención de distintas emergencias.
Desde marzo, los roles de los 700 integrantes de este equipo se modificaron para atender las medidas de prevención frente el coronavirus y ayudar a cualquier persona que lo necesite, como fue el caso de esta mujer.
La RCP tiene como objetivo, mantener el flujo de sangre oxigenada al cerebro y otros órganos vitales hasta que un tratamiento médico más definitivo pueda restablecer el ritmo cardíaco normal.
Esta técnica salva cientos de miles de vidas cada año en todo el mundo, gracias a la intervención inmediata de las personas que son testigos de un paro cardiaco, responsables de atender a la víctima mientras se aguarda la llegada de los servicios de emergencia.
De hecho, se estima que aproximadamente el 70% de los casos de muerte súbita se produce fuera de los hospitales y frecuentemente en presencia de un conocido, familiar o amigo, por lo que se vuelve fundamental el rol de los que no son médicos en la primera línea de atención frente a episodios de esta naturaleza.
Según se calcula, por cada minuto que la víctima de un paro cardiaco no recibe reanimación cardiopulmonar, se pierde un 10% de posibilidad de sobrevida. Iniciar la RCP inmediatamente puede duplicar o triplicar las posibilidades de supervivencia de una persona.
La técnica de reanimación cardiopulmonar existe desde 1960. Pero la American Heart Association (AHA) ha hecho ajustes y cambios constantes a lo largo de los años en función de las últimas investigaciones. El cambio más grande probablemente tuvo lugar en el 2008, cuando la misma comenzó a recomendar que las personas no capacitadas omitieran la ventilación boca a boca para adultos y solo realizaran las compresiones torácicas.
