La divisa subió por quinta jornada consecutiva y cerró a $40,32. La tasa, nuevamente al alza.
Tras casi cinco meses con un dólar planchado a raíz de la durísima política monetaria local y el veranito financiero a nivel internacional, el tipo de cambio argentino volvió a superar los $40.
El fenómeno no se veía desde la última corrida del mes de septiembre, que desató una crisis interna que terminó con un cambio de gabinete y la aplicación del nuevo esquema de bandas cambiarias junto al control de agregados monetarios.
En esta oportunidad, se trata de un movimiento exclusivamente local que va a contramano de las principales monedas emergentes que manifiestan una notable apreciación.
Los especialistas coinciden en remarcar dos aspectos fundamentales que están desalentando el famoso «carry trade», con el consecuente traspaso de pesos a la moneda estadounidense.
Por un lado, se encuentra la resolución del Banco Central de la semana pasada, en la que limita el monto máximo de Leliq que puede tener un banco al 65% de los depósitos de sus clientes o al 100% de su patrimonio, poniendo un tope al ingreso de fondos especulativos.
Y en segundo lugar, la abrupta baja de las tasas de interés le está quitando atractivo a este negocio financiero, ya que la inflación volvió a subir y redujo radicalmente el margen real.
Esto se ve más claramente en los plazos fijos, que están al borde de tener tasa real negativa y por eso muchos se pasan al billete verde, anticipando algunos meses el clásico refugio que de todos modos iban a realizar ante el inesperado panorama electoral que se avecina.
En rigor, ya hubo un traspaso de $50.000 millones desde plazos fijos que puede potenciarse en los próximos días al haber traspasado la barrera psicológica de los $40, que en el 2018 desató una importante fuga de capitales.
«Hay una reacción a la baja de tasa de interés. Hay que calcular que la tasa Leliq bajó más de 15 puntos y el dólar está procesando ese movimiento con un nuevo equilibrio cambiario. También hay que agregar que tuviste un dato de inflación muy malo en enero y si tenes una aceleración de precios del 3% va a tender a acelerar el dólar», comentó el economista y miembro del Centro de Estudios Económicos del Sur, Amilcar Collante.
En este contexto, el tipo de cambio anotó un alza por quinta jornada consecutiva y subió cincuenta centavos para cotizar a $40,32 en el promedio minorista. Por su parte, en el segmento mayorista cerró a $39,27 y se despegó en casi un peso del piso de la banda cambiaria que supo perforar durante todo enero.
«La baja de tasas no impactó de inmediato porque el ahorrista tiene sus inversiones en plazo fijo, no en Leliq. Entonces empezó a dolarizar su cartera a medida que le llegaban los vencimientos. El riesgo electoral creo que todavía no comenzó a jugar. Cuando empiece, el partido se puede poner un poquito mas difícil», subrayó el analista financiero Christian Buteler.
En consecuencia, el Banco Central reaccionó con un duro gesto que apunta a mostrar una continuidad en la dureza de la política monetaria al anunciar que buscará sobrecumplir la meta de febrero en un 3%. A su vez, la tasa tuvo que subir otros 17 puntos básicos para poder adjudicar los $180.000 millones que se propuso el Central a un promedio de corte de 44,48%.