Las monedas emergentes se vieron afectadas por una nueva devaluación del yuan chino. La bolsa se desploma y el riesgo país llega a 909 puntos.
A días de las PASO, el escenario internacional le está trayendo un verdadero dolor de cabeza al Gobierno, que sabe que la estabilidad cambiaria es vital para mantenerse competitivo en el plano electoral.
Este miércoles, una nueva jornada caliente a nivel mundial volvió a golpear a las principales monedas emergentes y el peso lejos de ser una excepción, tuvo una depreciación cercana al 1%.
De esta manera, el tipo de cambio local pega un salto de cincuenta centavos para cotizar a $45,80 en el segmento mayorista y a $46,60 en el Banco Nación, aunque en muchas entidades privadas ya se vende por encima de los $47.
Las malas noticias del miércoles comenzaron con una nueva devaluación del yuan chino, que en estos momentos cotiza a 7,06 por dólar. Pero a su vez, los bancos centrales de Nueva Zelanda, India y Tailandia decretaron un recorte en sus tasas de interés mucho mayor al esperado por el mercado.
Los acontecimientos enfurecieron al presidente de los Estados Unidos Donald Trump, quien volvió a culpar a la política monetaria de la Reserva Federal (Fed). «Nuestro problema no es China: somos más fuertes que nunca, el dinero se está derramando en los Estados Unidos, mientras que China está perdiendo compañías por miles y su moneda está bajo asedio. Nuestro problema es la Reserva Federal», subrayó.