El Banco Central perdido frente a la incertidumbre financiera. Sólo atina a subir las tasas, que ya están casi en el 67 por ciento, pero el dólar igual subió hasta los 43 pesos. Caen las acciones y volvió a trepar el riesgo país.
El dólar volvió a generar incertidumbre en la city. Registró una suba de 84 centavos y cerró la semana en 42,86 pesos. A lo largo del día llegó a operarse por encima de 43,50 pesos en algunos bancos y agencias de cambio. La respuesta del Banco Central fue más suba de tasa de interés y retirar pesos de circulación. El clima financiero internacional se mostró hostil con las economías emergentes e incentivó devaluaciones en las economías de la región. Brasil fue una de las economías más golpeadas.
El real terminó subiendo un 2,9 por ciento: cifra importante para una economía con inflación anual menor a 5 por ciento. Economistas consultados por este diario aseguraron que el efecto internacional potenció los problemas cambiarios a nivel local pero que no es la causa principal. Plantearon que Argentina siempre reacciona más que el resto y se debe a inconsistencias del programa económico.
“Los fenómenos regionales y globales influyen. Eso no puede dudarse. Pero siempre pasa lo mismo. La volatilidad en la región es 10 veces menor que la que tiene la Argentina. Nosotros sobrerreaccionamos a los shock externos y se explica por causas más profundas”, dijo a PáginaI12 el ex gerente de investigaciones del Banco Central, Jorge Carrera. El economista mencionó que uno de los principales problemas es la falta de coherencia en las medidas monetaria.
“Existe desconfianza en el esquema monetario y los costos que se están generando. La gente percibe que estas políticas no pueden sostenerse en el mediano plazo y aumenta la incertidumbre sobre lo qué vendrá”.
Carrera aseguró que “los dólares del Fondo pueden dar garantías sobre el pago de la deuda en el corto plazo, pero no bajan la expectativa de devaluación para después de las elecciones. El Gobierno que inicie va a tener incentivos a arrancar con un tipo de cambio alto. Todos consideran que el dólar hasta las elecciones es una cosa y después es otra. Nadie quiere ser el último en comprar”, planteó. Mencionó que “la banda cambiaria es muy amplia y no existe especulación estabilizadora.
Todos los oferentes se retiran del mercado si el dólar sube un poquito. El Central tiene una herramienta para intentar contener las subas de la divisa que es la tasa de interés. Pero en la medida que la usa es cada vez menos efectiva”. El argumento que ofreció para explicar lo último es directo: “la codicia puede ganarle al miedo en algún momento, pero si es mucho tiempo las tasas altas no son sostenibles”.