En la última media hora la divisa pegó un salto de cincuenta centavos para terminar cotizando a $46,36. La tasa promedió el 73,24%.
En una jornada que parecía desempeñarse con la tranquilidad de las últimas ruedas, la cotización del tipo de cambio tuvo un despegue final sobre el cierre del martes y terminó saltando a $46,36, el segundo valor más alto después del pico de $46,90 registrado el 26 de abril.
La disparada de cincuenta centavos se dio en la última media hora de operaciones, en la que se vio una sorpresiva demanda del billete que lo llevó a los $45,33 en el segmento mayorista, casi un peso por encima del viernes pasado.
Los analistas justifican que esta volatilidad se produjo a raíz del nerviosismo que reina en los mercados de todo el mundo desde que Donald Trump amenazó duramente a los chinos por la lentitud con la que avanza el famoso acuerdo comercial.
Sin embargo, el peso volvió a ubicarse entre las monedas más afectadas con un alza del 1,41%, lo que demuestra las específicas vulnerabilidades macroeconómicas locales. En Brasil, la moneda estadounidense avanzó un 0,28% contra el Real, en Chile lo hizo un 0,86%, en México un 0,42%, en Rusia un 0,28% y hasta en la frágil Turquía el incremento fue del 1,36%.
Según Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios, el rebote se dio por una menor liquidación cerealera producto del descenso récord de los precios de commodities a nivel internacional. Eso forzó al Banco Central a intervenir «con posturas vendedoras, lo cual no incidió en el cierre, sino que solo mostró voluntad de parar la suba».
Como contraparte, Sandleris se fue satisfecho por haber logrado un leve descenso de tasas y aun así renovar más que la totalidad de los vencimientos de Leliq, una tarea bastante difícil según lo observado en la semana anterior, cuando el mercado exigió un récord de tasa superior al 74%.
En esta oportunidad, el promedio de corte se ubicó en un 73,24%, 29 puntos básicos menos que en la licitación del lunes. Así, se adjudicaron $215.203 millones, generando un efecto contractivo de $5.100 millones para poder seguir cumpliendo las metas de base monetaria.