Tras el salto de la semana pasada, la divisa volvió a operar por debajo de los $40 como durante los últimos cuatro meses y medio.
El Banco Central mantuvo su estrategia de control cambiario a fuerza de un nuevo incremento en la tasa de interés de Leliq, que ya superó el 50%.
En la clásica subasta de este instrumento financiero, el promedio de corte se incrementó otros 23 puntos básicos para llegar al 50,06% y volver a los valores de principio de febrero.
Aun así, la máxima autoridad monetaria no pudo renovar la totalidad de vencimientos. En esta oportunidad, adjudicó $160.000 millones y al igual que en las últimas licitaciones, generó una expansión de $21.900 millones.
Se trata de la octava alza consecutiva que aplica Sandleris, quien busca atraer nuevamente a los inversores que se habían ido al dólar ante el poco diferencial que ofrecían las Leliq después de la sostenida reducción de tasas de enero.
Sucede que en este equilibrio entre el tipo de cambio y la tasa, que pudo acomodarse a la baja a partir del veranito financiero a nivel global, sufrió una fuerte presión durante la última semana, cuando la divisa llegó a tocar los $41,40.
Ahora, tras este nuevo shock monetario, el dólar retrocedió por cuarta jornada seguida y cerró a $39,95, es decir, seis centavos menos que en la rueda anterior.
Por su parte, en el segmento mayorista bajó unos 18 centavos para terminar operando a $39,87. Así, vuelve a acercarse al límite inferior de la zona de no intervención que se encuentra en los $38,56.
El volumen operado fue de 820 millones de dólares, mientras que en futuros Rofex se pactaron 1.290 millones, en más de un 60% entre febrero y marzo.
