La pandemia y la realidad económica van de la mano a nivel mundial y el país, la provincia y la ciudad no escapan a las dificultades que ello acarrea. El cierre de un local con cuatro décadas de trayectoria no hace más que mostrar cuán crudo resulta para el sector mercantil y otras actividades, subsistir en este marco de incertidumbre que ha potenciado la llegada del Covid-19.
El panorama en el centro de Comodoro Rivadavia comienza a ser desolador y un claro ejemplo es la liquidación por el cierre de sus puertas de una zapatería con más de 40 años de trayectoria, donde la gente intenta aprovechar para conseguir su mercadería a precios rebajados.
En contrapartida, se pueden ver los productos que ofrecen los vendedores ambulantes apostados en las calles de la ciudad, quienes también han sufrido la baja de las ventas aunque quieren aprovechar la oportunidad. Los rubros son variados, pero lo que más se ofrece son comidas como sándwiches o panificados, productos dulces; algo que se ha incrementado en la venta informal.
Esto hoy por hoy se puede observar no solo en el centro comodorense y lugares aledaños. Muchos de ellos a su vez son feriantes de La Saladita, el paseo informal de compra y venta que se emplaza en la zona sur de la ciudad pero por la misma situación no está presente en plenitud como alternativa para ganarse la vida; donde especialmente hay muchos adultos mayores que la están pasando mal, y si bien reciben ayudas del municipio, no es la suficiente como para poder sostenerse.
El caso de la Marroquineía y Zapatería ‘Letizia bottier’, es un punto de inflexión en la actividad de Comodoro Rivadavia. El histórico local de Pellegrini al 800, en su frente luce claramente el cartel de liquidación por cierre, que se supone será definitivo. Sobre sus vidrieras se pueden ver los descuentos en botas, y la gente se acercó en buena medida sabiendo de las ofertas que estarán hasta fin de mes, pero ya nunca más.
En sus alrededores, la gente de a pie se observa preocupada por este tipo de cierres, en especial los clientes de dicho comercio porque -manifiestan- después de tantos años de trayectoria se pierde la oportunidad de tener alternativas.
Un caso más de varios que se ven venir
La pandemia de coronavirus ha afectado notablemente la actividad comercial y una de las secuelas es esta situación que atraviesan numerosos comercios de esta ciudad que no escapan a esta realidad y al panorama que deviene de ella, tal como le sucede a los hoteleros y gastronómicos por solo mencionar un par de rubros visiblemente afectados.
Letizia, una de las propietarias del comercio en cuestión, señaló a la página de Facebook Comodoro24 que imagina que esto es por la pandemia: “son 40 años trabajando aquí con nuestra zapatería, estamos liquidando el stock de lo que tenemos”. Ellas y las dos empleadas del lugar perderán su fuente de trabajo a partir de esta situación, derivada de una notable baja de las ventas.
Luego de cuatro décadas de actividad en el centro de la ciudad que habían comenzado con muchas ilusiones, esto hoy se ve truncado luego de haber atravesado varias crisis, pero la comerciante indicó que en esta oportunidad se han unido muchos factores, ante lo que la gente se ha acercado para aprovechar esta liquidación. “Hemos trabajado muchísimo en estos días, aunque lamentablemente con mucha pena hemos decidido bajar las persianas, sabiendo que vamos a extrañar mucho todo esto”, comentó la comerciante.
Entre los detonantes de la situación, Letizia indicó que “es muy difícil poder sostener el ritmo de los sueldos, los impuestos y las cargas sociales, es muy complicado sostener un fondo de comercio y hay que estar corriendo detrás de las obligaciones, eso insume mucho dinero”.
“Lamentablemente no hay nadie que tenga la culpa de esto, es algo que ocurre a nivel mundial. Con seguridad que vamos a extrañar mucho todo, son 40 años de haber estado aquí, es toda una vida, por lo que agradecemos a nuestras amistades y a los clientes, a todos lo que se han acercado a pedirnos que no dejemos, pero todo tiene su tiempo”, concluyó con resignación.