Aquellos que detentan el poder se ven seducidos en controlar la Justicia con envíos de mensajes subliminales al resto de los poderes, tales como: “dejaron una ventana abierta”. La falta de conciencia ética y de vergüenza lleva a quien detenta el poder a justificar su romance con el resto de los poderes afectando garantías constitucionales convirtiendo a la democracia, como ya lo pregonaba Platón en el “Gobierno de los incompetentes” donde, los tiempos, incluso judiciales, son conducidos por la inercia de las necesidades políticas del momento.
Aunque como abogada, he visto en muchas latitudes atrocidades del sistema judicial que conmueven la conciencia humana, el Poder Judicial de la Provincia del Chubut ha demostrado ser garante de los derechos de la ciudadanía.
La Juez Mirta del Valle Moreno en el marco de un Habeas Corpus colectivo y preventivo ordenóel cese inmediatode las resoluciones inconstitucionales emanadas desde el Ministerio de Seguridad, contra los abusos que se ordenaban cometer desde dicho organismo gubernamental a las Fuerzas Policiales.
Justificar lo indefendible
La juez debería haber declarado la inconstitucionalidad de dichas resoluciones y no el cese de las mismas, porque los jueces no derogan, siendo esto un acto propio del Poder Legislativo –indica la abogada Cynthia Castro-. Tal vez, el hecho de que el ministro de Seguridad, Federico Massoni estuviera acompañado ese lunes, “influyó” en la sentencia final.
Es decir, el hecho de que el ministro de Seguridad no tuviera el valor de defender jurídicamente sus resoluciones; ni tuviera el valor de escuchar el relato de las víctimas y enfrentarse a los hechos que él mismo había ordenado, ni tuviera el valor de enfrentarse al menos como hombre de bien a la Juez Moreno y argumentar sus decisiones absolutistas, es que finalmente apareció con un escolta político quien en definitiva trató de emendar los graves errores cometidos por el ministro. Fue entonces qué, nada más, ni nada menos, el ministro de Gobierno y Justicia provincial tuvo que dar la cara institucional, justificando las violaciones a los Derechos Humanos y de esta manera terminó condicionado la sentencia en defensa de estos derechos vulnerados. Sin embargo, las investigaciones siguen su curso en el Ministerio Publico Fiscal y algunas han sido elevadas a juicio.
El mandato histriónico
Ahora bien, es un dato de interés que el ministro de Seguridad no tuviera el valor de enfrentar las consecuencias que él generó, que tuvo que llevar a “alguien” para que, no sólo argumente sino exculpe y, cito palabras textuales: “asumimos el compromiso de cambiar las formas”, como un velo de piedad al tenue reconocimiento por las flagrantes violaciones a los Derechos Humanos.
No sé si todos los que presenciamos las dos audiencias habrán tenido la misma impresión, pero, en la primera audiencia celebrada el día 17 de Abril el ministro de Seguridad mencionó dos cosas que resalto, la primera: culpó a la Policía del Chubut, y la segunda: pidió escuchar a las víctimas, para mí entender, “ganar tiempo”.
En la segunda audiencia del día 20 de Abril, esta vez acompañado, no quiso escuchar a las víctimas, volvió a cargar contra la Policía del Chubut, y “pidió pista” o, una nueva oportunidad como síndrome perverso del violento. No quiero siquiera imaginar lo que deben sentir los miembros de la Policía del Chubut al escuchar que quién les dio una orden, y ellos, considerando la “obediencia debida” a todo y cumpliéndola, hoy, no se haga cargo de ese hecho que fue de público conocimiento.
Cuando analicé videos caseros de quienes fueron víctimas de una parte del personal de las fuerzas públicas y del mismo ministro de Seguridad quien, acompañando a los operativos policiales con el fin de detener gente y secuestrar sus bienes, recordaba, tragicómicamente, allanamientos a los que se presentó Massoni como si fuera Juez de la causa, sin serlo, demostrando un poder, que no tiene.
Este histrionismo es dulce de leche para los especialistas de la salud mental. Dejo a criterio del lector la siguiente extracción de la pagina www.trastornosdelapersonalidad.es: “La gran finalidad de una persona histriónica es no pasar inadvertida, causar sensación allá por donde vaya. Depende en exceso de experimentar la vivencia de ser importante […], los histriónicos están obsesionados con llamar la atención, hasta el punto de que se encuentran aburridos cuando están solos […]. Son expertos en la teatralidad, en la manera de convertir un hecho trivial en un acontecimiento enormemente relevante con sus tergiversaciones. «Inflan» las historias para así ganarse la atención de los demás, imprimiendo también entonaciones teatrales […] Atraer la atención de los demás les da una «vidilla» que les hace sentirse importantes […]. La necesidad afectiva y de atención que tiene el histriónico oculta también un gran egoísmo […]. Al histriónico, normalmente, sólo le importa él y está preocupado por sí mismo”. Yo no dudo del teatro montado por el Ministro de Seguridad, para autosatisfacerse, apersonándose en los barrios para “meter gente en cana”, según palabras del Secretario de Seguridad, con una conducta absolutamente reprochable por la normativa penal.
La igualdad de derechos
Todos somos iguales ante la ley, o al menos eso garantiza, la Constitución Nacional y Provincial. Los funcionarios públicos también se deben a la ley. Ese deber encarna a la responsabilidad que les cabe en el desempeño de la función pública. El incumplimiento a los deberes del funcionario público está tipificado en el Art. 248 del Código Penal de la Nación. Quedó demostrado a través del fallo de la Juez Moreno el abuso de autoridad ordenada por las Resoluciones del ministro de Seguridad Massoni, a punto tal que ésta falló ordenando su cese.
Es atribución propia de la Legislatura provincial, que decidió no sesionar al día 28 de Abril, acusar yjuzgar a los funcionarios por sus ilícitos en la función, mas allá, de los procesos penales que a través de las denuncias ya se instruyen contra Federico Massoni. Falta por parte de la Legislatura provincial que, con un acto concreto, no meras palabras, especialmente del presidente de la misma, el vicegobernador Ricardo Sastre, se pronuncie a favor de los Derechos Humanos y en contra de estas conductas desarrolladas en forma dolosa destinada a violar la constitución provincial. Exigimos de la Legislatura chubutense que nos devuelvan el Estado de Derecho a través del control de los DNU del Gobernador derogando todos aquellos que violen la Constitución Provincial bajo la excusa de “estar cuidándonos”.
Seguiremos desde los organismos de Derechos Humanos y en particular, como asesora legal de la Fundación “El Paramo”, defendiendo y denunciando todo acto que vulnere los derechos y garantías del pueblo chubutense.