Las empresas recuperadas por sus trabajadores siguen padeciendo el ahogo económico que pone en jaque su supervivencia, y en el caso de la imprenta Madygraf (ex Donnelley) volverá a realizar su ya tradicional «cuadernazo», es decir la entrega gratuita de cuadernos, para denunciar que hubo irregularidades por parte del Ministerio de Educación en una licitación a la que se había presentado.
«Madygraf hizo la mejor oferta, o sea la más barata para el Estado y sin embargo el Ministerio resolvió dar de baja la licitación perjudicando a todos los trabajadores que conformamos la cooperativa, y a los niños y niñas que deberian recibir sus materiales escolares por parte del Estado», dijo a Página/12 Jorge Medina, uno de los gráficos que desde 2014 trabaja en esta imprenta sin patrones, sustento de 150 familias. El «cuadernazo» estaba convocado para hoy a las 10 en Callao y Corrientes, pero fue reprimido por la Policía de la Ciudad.
«El Ministerio desestimó nuestra presentación aduciendo faltante en las muestras dentro del sobre, cuando nosotros presentamos todas las muestras. Frente a esto tenemos la constancia de entrega de las muestras firmado por el mismo Ministerio, que por otro lado ‘extrañamente’ no había sido cargado a la pagina oficial por la cartera ministerial», indicó Medina. Según explicó, al abrirse una investigación interna el propio Ministerio concluyó que el sobre presentado llegó abierto a los funcionarios correspondientes, algo que sucedió dentro de la cartera educativa. «En vez de darnos por ganada la licitación deciden dejarla sin efecto y abren una nueva exactamente igual obligándonos a volver a competir cuando las ofertas ya son conocidas por todos nuestros competidores, lo que no hace más que beneficiar a las empresas frente a una Cooperativa que viene sosteniendo sus puestos de trabajo desde hace cinco años frente a todas las dificultades», agregó el trabajador.
En mayo de 2017 la Cámara de Diputados bonaerense aprobó ayer por unanimidad la ley de expropiación de la planta gráfica de Garín, cuyos dueños de la multinacional norteamericana habían cerrado el candado de ingreso el 11 de septiembre, luego de intentar su vaciamiento. Al día siguiente los trabajadores en asamblea decidieron entrar y volver a ponerla en funcionamiento. «La nueva licitación nos cambia los tiempos, y nos obliga a invertir 25 millones en insumos, lo que demuestra que no quieren que ni aparezcamos», dijo Ingrid Hirsch, trabajadora de Madygraf. «Los esperamos mañana a las 10 a quienes quieran obtener un cuaderno y apoyar así nuestro reclamo», apuntó Medina.