Luis Murua, padre de las dos niñas abusadas por el ex jefe de la Policía del Chubut –Juan Ale- habló sobre los aberrantes hechos a los que fueron sometidas sus hijas por parte de quién se suponía debía cuidarlas y protegerlas. “Tengo mucho dolor porque vi mucho sufrimiento en mis hijas. Entraban en crisis y la verdad que no sabía que esperar de la vida, las veía llorando, gritando y sollozando, diciéndome que no querían vivir más. Tengo culpa porque ellas me decían ´vos te dedicaste solamente al fútbol, pedazo de hijo de puta y nos dejaste en manos de cualquiera”, comenzó diciendo este padre que vivió uno de los dolores más grandes que se pueden sentir: ver como una persona les robó la inocencia y la infancia a sus dos pequeñas hijas.
El ex jefe de la Policía, Juan Luis Ale, fue declarado autor material del delito de abuso deshonesto contra M.F.M, y del delito de abuso sexual gravemente ultrajante, en perjuicio de M.B. M. El próximo 31 de Agosto se conocerá la pena que le corresponde.
En este sentido, Murua señaló que “la verdad que esta noticia es una bocanada de oxígeno para mis hijas y mi ex esposa que fueron quienes vivieron este calvario”.
“Hoy creo que se hizo Justicia. Lo que pasó genera un trauma que si no se trata a tiempo puede llevar al suicidio. Este dolor no se cura esto, solo se alivia”, dijo.
Asimismo, aclaró que “prácticamente es un asesinato lo que este tipo cometió contra mis hijas de 9 y 10 años. De no haber sido por los psicólogos y psiquiatras, no sé si las chicas podrías haber llevado adelante la denuncia”.
“Yo no tengo alegría. Tengo mucho dolor porque vi mucho sufrimiento en mis hijas. Entraban en crisis y la verdad que no sabía que esperar de la vida, las veía llorando, gritando y sollozando, diciéndome que no querían vivir más”, indicó.
En este marco, destacó que “esto le pasa a un montón de mujeres. Uno tiene culpa y responsabilidad en esto. Tengo culpa porque mis hijas me decían ´vos te dedicaste solamente al fútbol, pedazo de hijo de puta y nos dejaste en manos de cualquiera. Este tipo eyaculaba en las bombachas nuestras´, ese era el relato de mis hijas”.
“Acá es donde entra en juego la importancia del vínculo familiar con el papá y la mamá. Los padres deben estar siempre alertas y yo eso no lo hice. Siempre pensé que ya que no podía estar con ellas, lo mejor que les podía pasar era estar con ese tipo”, aseveró.
Finalmente, Murua concluyó que “cuando el daño está hecho ya no hay cura. Por eso es tan importante evitar el daño”.
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