El barril de Brent, el petróleo negociado en Londres, cayó el miércoles por debajo de los 35 dólares por primera vez desde hace más de 11 años, en un mercado deprimido por un exceso de oferta.
A media sesión, el barril del Brent del mar del Norte para entrega en febrero valía 34,83 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE) de Londres, su nivel más bajo desde julio de 2004. Poco después, se recuperó muy ligeramente y cotizaba apenas por encima de 35 dólares.
En el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de «light sweet crude» (WTI) para la misma entrega abrió este miércoles en fuerte retroceso de 1,39 dólares a USD 34,58.
El WTI ya había caído por debajo de los 35 dólares a mediados de diciembre, una cotización inédita desde mediados de febrero de 2009.
«Creo que todo ello tiene que ver con (…) las preocupaciones internacionales y los mercados de acciones, que últimamente evolucionan en tándem con el mercado del petróleo», comentó Oliver Sloup, de iiTrader.com.
Las grandes bolsas europeas operaban a media sesión del miércoles en clara baja, lastradas por las dificultades de la economía china y las tensiones geopolíticas, tras el anuncio de un ensayo de bomba de hidrógeno por Corea del Norte.
«Un dólar más fuerte, y las inquietudes que pesan sobre la demanda y la oferta lastran gravemente los precios» del petróleo, explicaron por su parte los analistas de Commerzbank.
Estos analistas consideran que las tensiones entre Arabia Saudita e Irán son negativas para las cotizaciones del crudo, porque hacen improbable cualquier acuerdo en la Organización de Países Exportadores (OPEP, a la que pertenecen ambos) en favor de una acción destinada a reducir la oferta y sostener así los precios.
Desde mediados de 2014, las cotizaciones del crudo han caído en torno al 65% y solamente en 2015 han perdido un 35%, según publica el portal Río Negro.
Los precios del crudo aceleraron su derrumbe en diciembre pasado después de que la OPEP, cuyos miembros producen algo más de un tercio del petróleo mundial, decidieran mantener sin cambios si nivel actual de producción pese a la debilidad de las cotizaciones.
Este inmovilismo del cártel penaliza fuertemente a algunos de sus miembros, como Venezuela, Argelia, Nigeria o Ecuador, fuertemente dependientes de la renta petrolera, de donde obtienen la mayoría de sus divisas.
La producción de los países de la OPEP se sitúa actualmente en torno de los 32 millones de barriles diarios (mbd).
Otro elemento que anticipa mayor oferta de crudo en el mercado: Irán se prepara para reanudar sus exportaciones de petróleo hacia Europa tras el esperado levantamiento de las sanciones occidentales contra Teherán, después del acuerdo nuclear cerrado en julio pasado con las grandes potencias.
Además, los precios del petróleo están lastrados por los temores a que las reservas estadounidenses de crudo vuelvan a aumentar, alimentando aún más la abundantísima oferta.
Sin embargo, según la organización profesional American Petroleum Institute (API), las reservas habrían declinado en unos 5,4 millones de barriles.
Desde mediados de 2014, las cotizaciones del crudo han caído en torno al 65%.
El petróleo sigue en caída libre. En 2015 su cotización cayó en torno al 35%. Y la tónica no cambia en las tres sesiones que van de 2016: todas se cuentan por retrocesos. Este miércoles 6 de enero, el barril de brent, referencia en Europa se deja más de un 3%, al borde de los 35 dólares por barril, su precio más bajo desde junio de 2004 a la espera del dato de reservas en Estados Unidos, que se hará público esta tarde. Y todo, pese al inesperado enquistamiento de las relaciones diplomáticas entre dos gigantes del mercado petrolero mundial, Arabia Saudita e Irán, que según un buen número de analistas debería traducirse en alzas del crudo.
El petróleo se ve afectado por una pléyade de factores, tanto de oferta como de demanda, que han llevado al crudo a zona de mínimos. Por un lado, el impulso del fracking ha multiplicado en los últimos años la cantidad de barriles disponibles en el mercado, llevando a Estados Unidos al primer lugar de la clasificación mundial de países productores y forzando a las otrora todopoderosas petromonarquías del Golfo a rebajar precios para mantener su cuota de mercado.
En las últimas horas se ha vivido un nuevo episodio en esta particular guerra de precios: en plena escalada entre Irán y Arabia Saudita, el primer exportador mundial de crudo acaba de rebajar -aún más- el precio al que ofrece su producción a Europa: 60 céntimos de dólar menos por barril para los países del noroeste del continente y 20 céntimos menos para el arco mediterráneo. La petrolera estatal, Saudi Aramco, establece sus precios mensualmente basándose en la oferta, demanda y otros factores relacionados con el mercado. Pero, en esta ocasión, su decisión guarda relación con la inminente entrada de Teherán en el mercado petrolero mundial tras el levantamiento de las sanciones internacionales que pesan sobre la República Islámica.
Desde el punto de vista de la demanda, el lánguido crecimiento de buena parte de las economías occidentales en relación a recuperaciones económicas previas y la mejora de la eficiencia en el sector del transporte, que representa más de las dos terceras partes del consumo mundial, ha frenado el despegue del consumo que el desplome de precios sugeriría.
La inestabilidad en los mercados de valores tras el desplome del lunes en China también se deja sentir en el mercado de futuros del crudo de Londres. «El petróleo está siguiendo la bajada en las Bolsas por la mayor aversión al riesgo», apunta Giovanni Staunovo, analista del banco suizo UBS en declaraciones a Bloomberg.