El Gobierno inició conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para solicitar financiamiento por un monto de u$s 30.000 millones, según se desprende de una nota publicada por Blommberg.
«De manera preventiva he decidido iniciar conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que nos otorgue una línea de apoyo financiero», dijo el presidente Mauricio Macri en un discurso, en medio de una crisis cambiaria que afecta al mercado local desde hace varias semanas.
Tanto el mandatario, como el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne – que luego dio una conferencia de prensa- no mencionaron cuán grande era la línea de crédito a solicitar.
Según Bloomberg, «el Gobierno busca una línea de crédito flexible por valor de $ 30 mil millones, de acuerdo a una persona con conocimiento directo de las conversaciones. Un portavoz del FMI no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios».
El monto coincide con las estimaciones de lo que necesita la Argentina para financiar su déficit en la balanza de pagos.
«Esto nos permitirá enfrentar el nuevo escenario global y evitar una crisis como la que enfrentamos antes en nuestra historia», dijo Macri.
La decisión de aceptar una línea de crédito del FMI es el último giro en la relación a veces tensa entre el Fondo y Argentina. El FMI le prestó a Argentina antes de que el país incumpliera sus deudas en 2001. El organismo fue duramente criticado en Argentina por no anticipar la crisis de la deuda.
Las relaciones con el fondo se han calentado en los últimos años. Argentina fue censurada por el FMI en 2013 por no revelar información económica, pero el fondo eliminó la declaración de censura en 2016 luego de que el gobierno mejorara su transparencia.
«Estamos buscando financiamiento preventivo para que la Argentina genere estabilidad en el mercado», dijo a periodistas Dujovne. «Hemos comenzado las conversaciones con el FMI para tener una línea de crédito preventiva, teniendo en cuenta que el FMI ha dado un apoyo expreso a nuestro programa gradual».