Hernán Vaccaro es uno de los trabajadores de la Salud que se contrajo coronavirus en Comodoro. El traumatólogo no cursó los síntomas más comunes de la enfermedad, sino que el virus atacó en su piel, provocándole fuertes dolores que le impedían incluso beber agua. “Fue muy duro física y psíquicamente”, confiesa.
A meses de comenzada la pandemia, aún no se terminan de conocer todos los efectos del virus Sars-Cov-2 en el cuerpo humano. Muchos contagiados suelen experimentar fiebre, tos, dolor de garganta, dolor de cabeza; otros sufren vómitos y diarrea; la pérdida del gusto y del olfato son otros de los síntomas que también transitan los pacientes, mientras otros quizás ni se enteran que están enfermos porque son asintomáticos.
Uno de los síntomas que se conocen del virus, pero que poco se han visto, lo cursó el jefe de Traumatología de la Clínica Española, Hernán Vaccaro. El trabajador de la Salud sufrió micosis a nivel piel y mucosas, por lo que le brotaron dolorosas ampollas en el rostro y boca. En los primeros momentos pensó que era una alergia, pero por recomendación de la infectóloga de la institución en la que trabaja, se realizó el hisopado, y 48 horas después le informaron que era un caso positivo.
“Se me hizo una estomatitis, que es una inflamación con ampollas en todo el paladar y la garganta que no me permitían ni tragar agua, me tuvieron que anestesiar con silocaína para tragar agua”, relató a El Comodorense Radio.
El traumatólogo apenas tuvo algo de fiebre y tos, dos de los síntomas más comunes de la enfermedad. El virus atacó por otro lado. “Estos nuevos virus no son solo una gripecita como dicen algunos, sino que verdaeramente son virus que atacan a distintos órganos. Son de cuidado”, advirtió Vaccaro, quien tiene hipertensión y colesterol alto, que son factores de riesgo ante el Covid-19.
Para él, el hacer mucha gimnasia fue algo que colaboró para poder vencer al virus. Sin embargo, cursarla no fue nada fácil para él. La anosmia y disgeusia (pérdida del olfato y del gusto) fueron otros síntomas que padeció.
“A mí me agarró anosmia, perdés totalmente el olfato, pero eso es muy impactante y es real. Yo me ponía la barra de desodorante debajo de la nariz y no olía nada, es algo muy desagradable porque no es habitual”, comenta el doctor, cuya esposa también es positiva de coronavirus y aún se encuentra atravesando la enfermedad, “mi mujer todavía no recupera el olfato y el gusto”, menciona.
Como relata cada infectado de coronavirus, el padecimiento no es sólo físico sino también psicológico. “Algo que hay que informar a la población es que cuando a vos te dan el positivo te cae la ficha de que estás enfermo y que te podés llegar a morir. A uno le pega duro psicológicamente porque empieza a pensar en las personas que no ve hace mucho, te bajonea mucho”, confiesa el jefe de Traumatología, recordando “a los familiares que tenés lejos, como mis viejos que están en Mar del Plata o mi hijo en Buenos Aires”.
Dijo también haber tenido “la suerte de que mis vecinos me traigan la comida cuando estaba aislado”, pero remarca que “fue muy duro física y psíquicamente”.
“Desde que comenzó la pandemia, yo llego a mi casa y tengo un protocolo: me saco toda mi ropa, la pongo a lavar y me voy a bañar, recién ahí saludo a toda mi familia, así y todo me enfermé”, cerró expresando, queriendo concientizar que lo más importante para él es “tomar todas las precauciones, porque uno es joven, pero puede contagiar a alguien mayor de 70 años que si tendría el riesgo de morir”.