El corte que aman los carniceros y que pocos consumen

No es un corte estrictamente olvidado, sino más bien ocultado y oculto. Siempre se dijo que la arañita es el churrasquito del carnicero, porque es un corte muy sabroso y muy escaso (viene uno solo…

viernes 01/10/2021 - 21:14
Compartí esta noticia

No es un corte estrictamente olvidado, sino más bien ocultado y oculto. Siempre se dijo que la arañita es el churrasquito del carnicero, porque es un corte muy sabroso y muy escaso (viene uno solo en cada media res), y el mito es que se lo encanutan para sí mismos. Algo de razón hay.

Pero también está oculto: es un músculo que se encuentra realmente guardadito en el centro del cuarto trasero, en la concavidad del hueso ilíaco, el hueso más grande de la pelvis. Por eso, también se lo llama el churrasquito escondido.

No pesa más de 100 gramos, por lo tanto cada vaca (o ternera, que es lo que habitualmente comemos cuando creemos comer vaca) aporta apenas 200 gramos de manjar.

¿Por qué es tan sabrosa? Porque tiene mucha grasa infiltrada: grasa intramuscular que le aporta un enorme sabor. Y, como prácticamente no hace esfuerzo, es un músculo sumamente tierno.

Es parecida a la entraña, aunque es menos fibrosa y sin la membrana. Hay quienes dicen que su forma redondeada le dio origen al nombre.

La mejor manera de conseguir un par de arañitas es pedirlas por adelantado. Por más que disfruten del corte, ningún carnicero se resiste cuando alguien le pide algo que no es ni milanesa de cuadrada ni bife de costilla.

¿CÓMO SE PREPARA?

Si es la primera vez que la cocinás, el método en el que mejor se expresa su sabor es en la plancha: un par de minutos de cada lado. El secreto es no salarla antes de cocinarla, para que no pierda jugo. Se cocina rápido y se recomienda comerla jugosa.

Ahora, si tenés ganas de innovar un poco, se la puede marinar unas horas con jugo de limón (o naranja, si sos atrevida o atrevido), tomillo, romero, ajo y aceite de oliva. Es muy recomendable que el marinado no se haga en la heladera. Entonces sí, a la parrilla o a la plancha bien caliente, vuelta y vuelta.

Nota: Revista Brando.

Compartí esta noticia