Un agente penitenciario de 46 años dio positivo en Melchor Romero. Presta servicio en el sector de vigilancia de la alcaidía, la zona donde están alojados los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa.
El peor de los fantasmas para los ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa (18) llegó a la cárcel donde están detenidos. Es que el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) acaba de confirmar un caso positivo de coronavirus y la noticia despertó una enorme preocupación entre carceleros y detenidos.
Desde el 13 de marzo, Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (19), Blas Cinalli (18), Enzo Comelli (19), Ayrton Viollaz (20), Luciano Pertossi (18), Matías Benicelli (20) y Lucas Pertossi (20) se encuentran en la alcaidía penitenciaria de Melchor Romero, en el partido de La Plata.
De acuerdo a las fuentes, un suboficial mayor de 46 años que presta servicio en el sector de vigilancia de la unidad dio positivo de Covid-19.
El resultado del estudio disparó los protocolos y automáticamente los quince compañeros de la guardia que estuvieron en contacto con el infectado fueron puestos en cuarentena.
Las fuentes aclararon que el suboficial no estuvo en contacto directo con los internos, aunque de todas maneras señalaron que se reforzaron todas las medidas de prevención en la alcaidía.
Los rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche de Villa Gesell ocupan el pabellón 6.
Por seguridad no tienen contacto con el resto de la población carcelaria y solo salen al patio dos horas por día.
El titular del SPB, Xavier Areses, explicó que “ante la presencia de los síntomas en el suboficial nos pusimos en alerta y averiguamos con quienes había estado en la guardia para aislarlos como nos indica el protocolo”.
El caso positivo de Covid-19 es el tercero registrado en las 65 unidades que están bajo la órbita del SPB. Los otros se dieron en las Unidades Nº 21 de Campana y la 22 de Lisandro Olmos.
Desde que comenzó la pandemia, desde el SPB y Salud Penitenciaria lanzaron una batería de medidas para evitar el ingreso del virus en los centros de detención, que incluye estrictas medidas de bioseguridad y un protocolo de inmediata aplicación para los casos en los que un agente quede contagiado por el virus, de manera tal de acotar su impacto.
El crimen de Fernando ocurrió cerca de las 4.40 de la madrugada del sábado 18 de enero frente al boliche Le Brique, en pleno centro de Villa Gesell, cuando el joven fue atacado a patadas y trompadas por varias personas.
El ataque quedó filmado por cámaras de seguridad y teléfonos celulares, por lo que horas después fueron detenidos como autores del crimen diez rugbiers que se hallaban de vacaciones y se alojaban en una casa cercana al boliche. Dos de los acusados (Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino) fueron excarcelados en febrero, pero siguen bajo proceso.