Víctor Manzanares, el contador de la familia Kirchner, involucró al banquero Sebastián Eskenazi en las coimas de los cuadernos y dejó al juez federal Claudio Bonadio en una situación límite para continuar al frente de la causa.
Según reveló La Nación, el contador reveló ante la Justicia que Eskenazi, hijo del ex accionista de YPF y dueño del Banco de Santa Cruz, recibió el dinero negro que manejaba Daniel Muñoz, el secretario de Néstor Kirchner. Manzanares estimó que lo invertido en la Argentina eran unos 130 o 150 millones de dólares.
Manzanares declaró durante tres días ante el fiscal Carlos Stornelli, sugirió que los fondos pertenecían en rigor a Néstor Kirchner y reveló cómo se ocultaba la plata en casa de la madre del ex presidente, que se usaba un galpón con baño acondicionado como bóveda o en cajas fuertes a lo largo de la pared de una oficina.
«El Grupo Petersen denuncia que tal versión es falsa y maliciosa y forma parte de la misma maniobra de desprestigio que ciertos personajes oscuros intentan impulsar desde hace tiempo para ensuciar a la familia Eskenazi y al Grupo Petersen, luego del fallido intento de extorsión del año 2017, por el cual están procesados por la Justicia», se defendió la empresa de Eskenazi a través de un comunicado. Y sus voceros agregaron que aparentemente «lo que dijo Manzanares es lo que le contó Muñoz».
Las declaraciones de Manzanares a Stornelli complican al propio juez que lleva la causa. Es que Bonadio ya venía siendo cuestionado por no llamar a declarar a Eskenazi pese a que aparecía mencionado por varios de los implicados en la causa de los cuadernos. No sólo eso: entre los implicados se filtró que Bonadio frenaba las declaraciones de los arrepentidos cuando osaban mencionar al banquero.
Bonadio es amigo de Eskenazi y ambos fueron fotografiados cenando juntos en octubre en medio del avance de la causa. Tres meses después de esa revelación del periodista Horacio Verbitsky, la Cámara Federal presionó a Bonadio para que indague a los empresarios «olvidados» en su investigación, entre los que figuraba Eskenazi. Pero Bonadio no hizo caso.
Ahora con el testimonio del testigo estrella Manzanares, cualquiera de los abogados de los implicados en el caso de los cuadernos podría pedir que aparten a Bonadio de la causa. La dupla con Stornelli ya venía golpeada por otra revelación de Verbitsky: la supuesta participación del fiscal en el pedido de coimas millonarias a los empresarios de los cuadernos a través de Marcelo D’Alessio, detenido esta semana.