El consumo masivo en la Argentina registró este año fuertes tasas de crecimiento del orden del 6 por ciento, sin que hasta el momento se perciban indicadores que den cuenta de una desaceleración a causa de la crisis internacional.
Fernando Moiguer, economista especialista en consumo, estimó que el fin de año será «muy potente» en materia de compras para las fiestas y destacó la fuerte demanda que existe de cara al verano en el Costa Atlántica.
Estimó que el año 2012 puede desenvolverse con crecimiento en el consumo cercanos al 3 por ciento, y que la expectativa del público se dará en cómo se desenvuelva el tema de la quita de subsidios a los servicios públicos y la evolución del dólar.
Anticipó que una de las características del año por comenzar es que el consumidor aprovechará todos los descuentos que se le presenten.
Estimó, por otra parte, que el enfriamiento económico brasileño de los últimos meses determinará que no se exporten tantos autos a ese país y que debido a la abundante oferta local, crezcan aún más las ventas de unidades 0 Km a buenos precios con entrega inmediata.
Moiguer realizó un estudio sobre la evolución del consumo a través del relevamiento de 6.000 casos en los meses septiembre y octubre de este año.
Recordó que desde el 2003 en adelante el consumo masivo creció 70 por ciento, con la incorporación de 2,5 millones de ancianos al régimen previsional, un aumento del 8 por ciento del poder adquisitivo de la jubilación mínima, un incremento del 38 por ciento de la capacidad de compra de los sectores informales, con 17 millones de personas que mejoraron su nivel de vida y una mejora del 40 por ciento en dólares en el poder adquisitivo de los asalariados.
Calificó al consumo actual como «hedonista» y dijo que el 55 por ciento de los encuestados en el último mes dijo que salió al cine o a cenar, el 55 por ciento reconoció que compró vestimentas o calzado y otro 21 por ciento sostuvo que adquirió electrodomésticos.
Indicó que la gente consume primeras marcas tanto en tecnología, en indumentaria, alimentos y productos de limpieza e higiene, en una búsqueda de «precio y calidad».
Dijo que los consumidores de todos los estratos sociales, y no sólo los medios o medios bajos, valoran adquirir productos con descuentos, articulando valor y precio, sin ser engañado por la marcas.
Respecto de la tendencia de que los niveles más altos de consumo se encuentran en las pequeñas ciudades y el interior del país, sostuvo que esto tiene que ver con el «efecto campo» especialmente en provincias como Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos y algunas con fronteras agrícolas extendidas como Corrientes y Chaco.
También señaló que se registran aumentos en los consumos de zonas cercanas a explotaciones petrolíferas y mineras, que derraman en las poblaciones sus buenos rendimientos económicos.
Fuente: Telám