El consumo de carne vacuna continúa en picada. Durante los primeros cinco meses del año el indicador alcanzó los 50,5 kilos, una caída de 12,1 por ciento frente al mismo período del año pasado. Los magros niveles alcanzados por la demanda de carne se explican por la pérdida de capacidad de compra de los salarios, la destrucción de puestos de trabajo y la desregulación del comercio. El indicador del consumo promedio alcanzó los 53,7 kilos anuales, una caída del 7,9 por ciento interanual, que lo coloca en los niveles más bajos en dos décadas.
La Cámara de la Industria y Comercio de Carne (Ciccra) informó este jueves que el precio promedio de los cortes vacunos en los comercios del Gran Buenos Aires registró en mayo una leve baja de 0,6 por ciento mensual que interrumpió un período de 21 meses consecutivos de aumentos. El precio del pollo, por su parte, exhibió una baja de 8,0 por ciento mensual y los principales cortes porcinos aumentaron 6,9 por ciento en el mes, su decimocuarta suba ininterrumpida.
Los datos de Ciccra revelan que el consumo interno promedio entre enero y mayo se mantiene en mínimos históricos. Las estimaciones de la cámara empresaria muestran que durante la crisis de 2001 se consumieron en promedio 64,1 kilos de carne vacuna anuales. Así, el nivel exhibido durante los primeros cinco meses del año es 16 por ciento inferior al registrado durante el estallido de la convertibilidad. Las cifras también muestran una caída frente a los niveles heredados. Durante los primeros cinco meses de 2015, el último año del kirchnerismo, el informe del Ciccra reportó un nivel de consumo promedio de 58 kilos. Las cifras reportadas por las empresas marcan una caída de 7,4 por ciento en cuatro años.
La contracción de la demanda interna de carne vacuna redunda en un incremento del peso de las exportaciones sobre el total de la producción. Entre enero y abril, las ventas externas alcanzaron a representar el 21,5 por ciento del total. Se trata de los valores más elevados desde 2005. El incremento en el peso de las exportaciones está concentrado casi de manera exclusiva por la ampliación del mercado chino. Desde Ciccra señalan que “en abril la concentración de los embarques en un único destino llegó a un record. De cada 4 kilos exportados de carne vacuna, 3 kilos se enviaron a China”.
“El consumo interno transita un contexto crítico hace más de un año. Los factores son múltiples. A la elevada tasa de interés, que desincentiva la compra en cuotas, se suma la caída en el poder adquisitivo asociada al proceso de alta inflación”, advierte un informe sobre el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav). La semana pasada las cifras del Indec revelaron que la capacidad de compra de los trabajadores retrocedió en marzo 10,7 por ciento. Más conservadoras, las estimaciones de Secretaría de Trabajo indicaron que los salarios promedio cayeron 8,3 por ciento en el tercer mes del año.
No obstante, el reporte de Ciccra sostiene que durante el gobierno de Cambiemos, los precios de la carne vacuna crecieron por debajo de los aumentos salariales acumulados. En otras palabras, la capacidad de compra de carne vacuna de los trabajadores habría aumentado 8,7 por ciento. “Durante la gestión Macri el nivel general de los precios al consumidor se triplicó (206,4 por ciento entre diciembre de 2015 y mayo de 2019) y los salarios del sector privado formal se multiplicaron por 1,56, lo cual implica que el poder de compra de los salarios de los empleados en blanco disminuyó 16,9 por ciento con relación al nivel general de precios”, expresa el informe mensual de la cámara empresaria. “En el mismo período, el precio del pollo aumentó 144,1 por ciento, el precio promedio de los cortes vacunos subió 134,4 por ciento y el de los cortes porcinos creció 156,5 por ciento”, estimó Ciccra al intentar restar relevancia al aumento en el precio de la carne –según publica Página 12-.