Los precios en surtidor acumulan 61 días sin actualizaciones. La industria le reclama certezas a Nación. Hoy deberían aumentar por un impuesto, pero podría ser absorbido por las petroleras por la caída del Brent.
Pese al atraso de precios en los surtidores, el primero de Diciembre fue la última vez que se actualizaron los combustibles. El 13 de Noviembre caducó el Decreto 566 y el día 91 no fue lo que la industria esperaba que sea. Nueve días antes del cambio de Gobierno, la administración de Mauricio Macri autorizó la última suba de precios e inmediatamente comenzó un nuevo congelamiento virtual que no dejó lugar para la idea de una rampa de convergencia que lleve los precios a la paridad internacional.
Sin Decreto de por medio, el valor de los combustibles quedó sin modificaciones (excepto algunos Municipios de Buenos Aires) y la marcha atrás del aumento que le solicitó el presidente de YPF, Guillermo Nielsen, a Nación, y que frenó el mismo Alberto Fernández, mostró lo que la industria menos esperaba: un nuevo congelamiento y sin fechas claras.
La estrategia de Nación para la actualización de precios se desconoce y las certezas que tiene el sector son pocas. Incluso las expectativas de que haya aumentos en el corto plazo son bajas, así lo remarcaron a Diario Río Negro tres fuentes gerenciales sin contacto entre sí.
Estaba decretado que a partir de esta mañana aumente el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), pero el jueves, a través del Decreto 118/2020, el gobierno postergó el aumento para el primero de marzo.
Se trata de la suba del coeficiente impositivo que grava las naftas y el gasoil y que registra un atraso del aproximado 8%, pero tendría un impacto menor en los surtidores. Sin embargo, la caída en el precio del Brent cambia el escenario y, de mantenerse por debajo de la línea de los 60 dólares, las petroleras podrían absorber el impacto del ICL en los surtidores.
Con la actualización de precios de diciembre, el ICL debería haber aumentado un 12,5%, pero en su lugar lo hizo un 4,5% en naftas y un poco más de 4% en el gasoil. De ahí se desprende el 8% para naftas que quedó colgado y el 8,4% en el caso del gasoil.
Con la reciente postergación del impuesto, van dos veces que el equipo de Alberto Fernández patea el aumento.
No se trata de una medida que improvisó la administración nacional actual. Durante la gestión de Mauricio Macri, también se postergó y desdobló la suba de este impuesto para mitigar el impacto en el bolsillo de los consumidores. Por esta medida, se estima que el Estado dejó de percibir más de 100.000 millones de pesos durante 2018 y 2019.
La diferencia radica en que, sin contar los 90 días de congelamiento de combustibles y barril, el gobierno anterior autorizó a YPF a hacer subas frecuentes en los surtidores. Sin embargo, el debilitamiento de la macroeconomía durante el último año, sumado la intervención de mercado, ampliaron la brecha entre los valores locales con internacionales.
Para las petroleras, el atraso en el precio de los surtidores es superior al 9%, sin tener en cuenta las actualizaciones del ICL.
“No se sabe que va a pasar con el precio de los combustibles. Nación les dijo a las operadoras hace dos semanas que el nuevo congelamiento caducaba el 31 de diciembre. Pero no hay nada seguro”, expresó una de las fuentes del sector que consultó este medio.
En el encuentro que tuvo el Presidente Alberto Fernández con los titulares de las principales opresoras del país y Vaca Muerta, les pidió “pongan el hombro” y que presenten propuestas para desactivar el freno.
Por último, desde el sector esperan que las visitas a Vaca Muerta programadas del presidente de Chevron para África y América Latina, Clay Neff y de la presidenta de Shell Oil Company y vicepresidenta Ejecutiva de No Convencionales de Shell, Gretchen Watkins, sean de motivo suficiente para que el gobierno anuncie alguna definición.