La delicada situación que atraviesan C5N y los demás medios del grupo de Cristóbal López se agravó en los últimos días, cuando después de una serie de asambleas los trabajadores del canal decidieron salir a exponer en placas y comunicados que les pagan el sueldo en cuotas, mientras la venta del holding sigue frenada por la Justicia.
Si bien corría de nuevo un fuerte rumor de que Daniel Vila quería avanzar con la compra de C5N, Radio 10 y Pop, el problema es que la operación no es sencilla porque debe ser autorizada por el juez Javier Cosentino -que intervino todos los ex medios de Cristóbal con la intención de valuarlos y venderlos para financiar la quiebra que dejó Oil Combustibles- pero también por sus pares Marcelo Martínez Di Giorgi y Julián Ercolini, que intervienen en las causas del grupo.
En ese marco, volvió a surgir la idea de que el grupo deberá ir a la quiebra para que finalmente otro grupo pueda hacerse cargo de las empresas, porque eso lo liberaría de las deudas y del personal. Ese es el mayor temor de los trabajadores, que evalúan qué medidas tomar mientras siguen sin saber cómo se resolverá la situación.
En rigor, como contó La Política Online, los posibles compradores que en algún momento mostraban interés en C5N hablaban de que la planta está «inflada» y que no podrían hacerse cargo de todos esos puestos de trabajo, lo que implica además un fuerte conflicto sindical.
El rumor de un nuevo avance de Vila aparece en ese contexto, porque el empresario desde hace mucho que sueña en convertirse en el dueño del segundo grupo de medios más importante de la Argentina. Como contó este medio, tiempo atrás había llegado a firmar un preacuerdo para esa operación, que nunca pudo concretarse por el conflicto judicial. Luego llegó la versión de que quien finalmente compraría el grupo sería el dueño de la prepaga Galeno, Julio Fraomeni.
Sin embargo, ese rumor no avanzó. En paralelo, el grupo Vila-Manzano tiene casi cerrada la venta de Supercanal Holding a un fondo estadounidense liderado por Cargill, al tiempo que haría lo propio con el Diario Uno de Mendoza. Su plan fue desinvertir en el cable en los medios del interior y suma poder en capital para convertirse en un actor importante y por eso vuelve a hablarse de que continúa con intenciones de hacerse cargo de los medios de Cristóbal.
Mientras tanto, el panorama en C5N es incierto y crece la tensión interna, porque en la última asamblea los trabajadores votaron poner placas cuando el canal va a la tanda en las que dan cuenta que cobran en cuotas y exigen el pago de sus salarios para poder seguir trabajando.
En rigor, como contaron fuentes del canal, en la asamblea de ayer hubo tres temas principales. Primero se votó exhibir la situación del canal con las placas y desde sus propias redes, luego se definió que a partir del próximo mes, los trabajadores que tienen el sueldo más bajo serán los que cobren mayor porcentaje en la primera cuota. En tercer lugar, se habló de la posibilidad de ir a un paro de 24 horas.
La fecha de la medida de fuerza sería el 16 de julio, aunque se someterá a votación la próxima semana en la asamblea. Es que los trabajadores están divididos, porque creen que detrás del freno a la venta hay una jugada que tiene el visto bueno de Mauricio Macri y algunos creen que hacer un paro sería «hacerle el juego» al Gobierno.
Sin embargo, hay otro grupo que presiona para ir al paro con el argumento de «visibilizar» el conflicto, del mismo modo que lo definieron con las placas y los mensajes compartidos en las redes sociales de los trabajadores. Por eso, la propuesta del paro implicaría también marchar a Tribunales para presionar a la justicia y presionar para que se apure la venta.