A pesar del clima global más benigno, Sandleris endureció la política monetaria y la divisa retrocedió cuarenta centavos para cerrar a $46,47.
El volátil panorama internacional tiene en vilo a todo Cambiemos, que prende velas para evitar un salto de la divisa antes de las elecciones del domingo que complique su competitividad electoral.
Es por eso que a pesar del mejor clima global que se observó este jueves, Sandleris mantuvo la guardia alta y endureció aún más la política monetaria. Así, a contramano de los bancos centrales del resto del mundo, subió la tasa de interés a 63,38%, 45 puntos básicos más que el día anterior.
No obstante, este nuevo apretón no pudo evitar una nueva expansión de $6.000 millones que complica aún más la meta de base monetaria, ya modificada a fines de julio para adaptarla a un plazo bimestral debido a este mismo problema.
Donde sí pudo verse una jornada tranquila fue en la dinámica del tipo de cambio, que retrocedió 33 centavos para cerrar a $45,22 en el segmento mayorista y a $46,47 en el promedio minorista.
Esta quietud se reflejó en un menor volumen de operaciones tanto del segmento contado (-11,6%) como en el mercado de futuros Rofex, donde a diferencia de los días previos no se lo vio actuar al Banco Central y se pactaron solamente 925 millones de dólares, un 38% menos que el miércoles.
En este sentido, jugó un rol muy importante la estabilidad del yuan chino y los buenos indicadores en exportaciones de la economía asiática que tranquilizaron a las principales plazas bursátiles.