Un clásico sudamericano condicionado por la violencia brasileña que antes del inicio del encuentro terminó favorable para la Argentina.
En la previa del encuentro, los hinchas brasileños agredieron a la parcialidad argentina y para colmo la Policía de Río de Janeiro intervino para seguir con la violencia hacia los visitantes.
Por momentos se puso en duda el inicio del encuentro, sobre todo cuando Lionel Messi dio la orden de volver a vestuarios hasta que se garantizara la seguridad de la hinchada, lo que finalmente, a duras penas, ocurrió.
El encuentro fue chato y hasta condicionado por la violencia previa al encuentro. Brasil venía de dos derrotas consecutivas y tenía dos grandes ausencias como la de Neymar y Vinicius.
Como tenía poco en campo de juego, empezó a pegar y no pudo hilvanar llegadas de peligro, que las pocas que tuvo el Dibu Martínez fue encargado de despejarlas.
En el segundo tiempo Nicolás Otamendi puso arriba a la Selección Argentina y luego el resultado no fue puesto en duda, concretando una victoria histórica.
Fue la primera derrota de la historia de Brasil como local en Eliminatorias, ya que en más de 60 partidos nunca había perdido.
Además, Brasil acumula 3 derrotas consecutivas y se hunde en la tabla de las Eliminatorias Sudamericanas, donde comanda la Argentina cómodamente.
Como si fuera poco, Argentina sigue liderando el ranking de la FIFA y dejó segundo a Francia otra vez.
