Presentación del Plan Emisión Cero a operadores de la city: El titular del Banco Central aseguró que la Base Monetaria no aumentará para que actúe como ancla de las expectativas económicas. Informó que hasta junio próximo se pagarán intereses por 406 mil millones de pesos por Leliq, Lebac y pases.
El presidente del Banco Central, Guido Sandleris, continuó ayer su ronda de presentaciones de la nueva política monetaria. Las autoridades de la Comisión Nacional de Valores (CNV), compañías aseguradoras, fondos comunes de inversión y bancos escucharon detalles del plan acordado con el FMI. El funcionario detalló en un extenso powerpoint los principales puntos del plan de emisión cero y bandas de flotación cambiaria. Se intentó transmitir tranquilidad sobre la posibilidad de implementar y cumplir con los nuevos objetivos. El desafío no es menor porque en los últimos cinco meses la entidad modificó tres veces la estrategia monetaria y perdió credibilidad.
Sandleris insistió en que “las nuevas medidas brindan mayor previsibilidad, se focalizan en el control de la inflación y se ajustan adecuadamente a las características de nuestra economía”. Las propuestas anunciadas unos pocos meses atrás de altas tasas de interés y suba de encajes también se habían lanzado como las adecuadas para resolver la inestabilidad financiera y cambiaria pero fracasaron para detener la escalada del dólar y recuperar el valor de los bonos y las acciones. La inflación no sólo no se moderó sino que la expectativa de precios se aceleró notablemente y para finales de este año se estima por encima del 40 por ciento.
La presentación de Sandleris argumentó por qué eligió la nueva estrategia monetaria de emisión cero. Los dos puntos principales fueron “la necesidad de tener un ancla nominal y la pérdida de credibilidad en las metas de inflación”. Se mencionó también que la decisión del Ministerio de Hacienda de eliminar el déficit fiscal primario para 2019 hizo más sencillo avanzar en un esquema monetario sin emisión. El Central no tendrá la necesidad de monetizar parte del déficit fiscal, es decir emitir pesos para cubrir los gastos del sector público. Por el lado cambiario se planteó que la banda de flotación se justifica en que el tipo de cambio real alcanzó niveles competitivos y es estratégica la decisión de mantener esta paridad cambiaria.
Los datos duros presentados en la reunión indicaron que la base monetaria se mantendrá hasta mediados de junio del próximo año en torno de 1,2 billones de pesos. El aumento mensual de la base en esos meses será cero y recién en el segundo semestre de 2019 se permitirá una expansión del 1 por ciento por mes. Se aclaró que la estacionalidad de diciembre y de mediados de año será tenida en cuenta para no generar una contracción monetaria excesiva (por fuera de la meta).
En lo que refiere a la paridad cambiaria se mencionó que las bandas permiten tener un dólar real similar respecto del que hubo entre 2006 y 2010. En ese momento había superávit comercial y de cuenta corriente, dos elementos claves para la sostenibilidad de las cuentas externas en el mediano y largo plazo. La presentación de Sandleris aclara que la nueva cotización del tipo de cambio permitió en los últimos meses generar cierta moderación de las importaciones. Lo que no dice es que esto no se debe a un efecto de sustitución de esas importaciones por producción local. Las compras externas bajaron en los últimos meses por el desplome de la actividad. La devaluación implicó un fuerte retroceso de los salarios en dólares y la capacidad de compra de la población, lo cual es un elemento de contracción de las importaciones.
El organismo a cargo de Sandleris realizó estimaciones sobre los intereses que pagará el Central hasta junio del próximo año por los pasivos monetaria (Leliq, Lebac y pases). El acumulado de los pagos resulta alarmante. Se proyecta un pago acumulado de 406 mil millones de pesos, lo que al tipo de cambio actual representa unos 10 mil millones de dólares. La cifra equivale a 20 por ciento de las reservas internacionales, a casi 2 puntos del Producto Interno Bruto y a un 1 de cada 5 dólares que el Fondo Monetario Internacional le prestó a la Argentina. La autoridad monetaria aseguró que estos pagos no generan inconsistencia en la estrategia de política monetaria. Las declaraciones son muy parecidas a las del ex presidente, Federico Sturzenegger, cuando decía que la suba de la deuda en Lebac no provocaba tensiones estructurales. El saldo es conocido.