Luego de cuatro jornadas sin participación en el mercado de cambios, el Banco Central volvió a acudir a la venta de reservas para evitar una disparada del dólar, que tras abrir con una leve baja, favorecido por un retroceso global de la moneda estadounidense, retomó su camino alcista en la plaza local. Sin embargo, la intervención no alcanzó ya que la moneda estadounidense cerró en $22,70 en el segmento mayorista, un centavo por encima del cierre de ayer.
La intervención oficial se produjo alrededor de las 11 de la mañana, cuando la cotización mayorista, que tocó un piso de $22,49 en las primeras operaciones del día -abrió a $22,68-, recuperaba terreno y llegaba a máximos de $22,73. Luego de la venta, la divisa cayó hasta los $22,60, pero luego volvió a ascender para cerrar en $22,70.
El precio de venta al público refleja la suba. A media mañana, el tipo de cambio se ubicaba en $23,14, según el promedio de bancos y entidades financieras que elabora el BCRA, luego subió hasta los $23,18 y cerró en $23,22. Ese valor es de nueve centavos por encima del cierre de ayer ($23,13), récord histórico del peso en relación con el dólar.
Con su actividad hoy, el BCRA está «redoblando la apuesta», según lo define Federico Furiase, director del estudio EcoGo. Además de intervenir en la plaza cambiaria, el organismo que conduce Federico Sturzenegger también tuvo actividad en el mercado de futuros y convalidó tasas superiores al 45% para las Lebacs más cortas (vencimientos en mayo) en el mercado secundario.
«Hoy el resto de las monedas se aprecian contra el dólar y el movimiento devaluatorio es algo enfocado en Argentina. Así como cuando el resto de los emergentes se deprecia, el BCRA deja correr el tipo de cambio, hoy interviene más fuerte para revertirlo», opinó el economista en diálogo con LA NACION.
En el día, el Real se apreció 1,35%; el peso uruguayo, 1,51%; el peso mexicano, 1,7%; y el peso colombiano, 1,4%.