Luego de varios días con problemas en el abastecimiento de nafta, este miércoles finalizó el congelamiento que había acordado el Gobierno con las petroleras. El combustible empezó a fluir nuevamente a las estaciones de servicio, pero llegó con aumentos de hasta 10%.
La suba se añadió a otras alzas marginales que se vieron en las estaciones de servicio durante octubre y que no habían sido autorizadas por el Gobierno. Esta vez, el ministro y candidato, Sergio Massa, habló de los pedidos empresarios que, según él, llegaban a solicitar un ajuste del 40% para los precios en surtidor, indica TN.
El aumento de los combustibles, que llegó el primer día de noviembre, impulsará a la inflación de este mes y, probablemente, su impacto se extienda hasta diciembre.
Los incrementos de los combustibles no solamente impactan directamente en el costo del transporte sino que, como todo tarifa, tiene efectos indirectos, a los que los economistas llaman «de segunda ronda».
Cuánto le sumará el aumento de la nafta a la inflación de noviembre
“El principal rubro afectado es el transporte. Eso deja mucha persistencia del aumento de combustibles porque después del aumento del transporte se va distribuyendo al resto de los sectores, según los fletes tengan más incidencia en su estructura de costos”, explicó Santiago Manoukian, economista de Ecolatina.
Según el especialista, el impacto directo de una suba de 10% en los combustibles es de 0,4 puntos porcentuales en el índice de precios al consumidor que mide el INDEC.
“A eso hay que sumarle el impacto indirecto que tiene por su incidencia en las estructuras de costos de muchos sectores. Por eso se entiende el incentivo del Gobierno a intentar congelar estos precios o a intentar que suban por debajo del promedio, porque tienen una incidencia importante”, añadió.
La suba de la nafta se sumará, explicó Manoukian, a otros factores que impulsarían a la inflación en noviembre y que la dejarían por encima del dato de octubre, que tanto Ecolatina como otras consultoras privadas estimaron por debajo del 10%.
“Por el arrastre que deja octubre, la suba del precio en la carne vacuna, los aumentos en combustibles y las tensiones cambiarias que se pueden llegar a dar en la previa a la segunda vuelta, estamos viendo una inflación más alta en noviembre”, indicó.
Hacia diciembre, en tanto, podrían continuar los efectos de segunda ronda, aunque Manoukian señaló que el último mes del año trae una gran cantidad de incógnitas en materia de precios que se pueden corregir. Entre ellos, además de la nafta y otros combustibles, mencionó las tarifas, las prepagas y el dólar oficial.
“Hay que ver cómo se reconfiguran los acuerdos según quién gane y cómo se da la corrección de precios relativos que la economía necesita y que, claramente, va a acelerar la inflación. Por eso, ese ajuste debería estar enmarcado en un plan de estabilización, para que no sea solamente un corrimiento nominal de toda la economía hacia arriba, sino que tenga un impacto real a mediano plazo”, cerró el economista.