Los precios siguen subiendo y llega el turno de la carne. En el sector, sostienen que en las carnicerías, los valores de los cortes vacunos estarían atrasados un 15%, por lo que este verano comenzarían a registrarse los aumentos necesarios. Mientras, la industria frigorífica teme por el regreso de medidas de corte intervencionista en materia de precios, que hagan «poco atractivo invertir en el negocio».
En las últimas semanas, la hacienda destinada al consumo liviano reacomodó sus precios, con valores que en el caso de los terneros de hasta 160 kilos rompiendo la barrera de los 100 pesos.
Si bien este aumento no se trasladó de manera total al mostrador de las carnicerías, desde entidades vinculadas a la industria frigorífica advierten que en el corto plazo podría generarse un nuevo escenario de precios.
Según remarcaron desde la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), «el faltante de oferta que se espera para el verano hará que los precios suban». Desde la entidad estimaron que esta recomposición es necesaria para asegurar la viabilidad del negocio y no debe ser vista «como un problema».
En esta instancia y a tono con el reclamo de distintas asociaciones vinculadas al sector agropecuario con respecto a las políticas que Alberto Fernández planea para el campo, afirmaron que «tienen que estar orientadas a potenciar al sector y evitar intervención que ya dieron resultados negativos en el pasado».
El vicepresidente de FIFRA, Daniel Urcía, señaló que entre los meses de marzo y octubre y en un contexto de inflación constante, el precio de la carne «estuvo estancado a nivel mayorista y con pequeños aumentos e inferiores a la inflación en el nivel minorista». El directivo estimó que en la medición interanual, el valor en mostrador de los cortes vacunos estaría atrasado en un 15%.
Para Urcía, «el incremento de las cotizaciones de la hacienda y de la carne es inevitable y necesario, sólo resta saber en qué momento ocurrirá». Como dato a tener en cuenta, sugirió que «es necesario aclarar que ninguna intervención estatal sería capaz de impedirlo pero sí podría matar las expectativas del negocio ganadero».
La industria frigorífica teme por el regreso de medidas de corte intervencionista en materia de precios, que según estimó Urcía «significaría impedir la recomposición de precios y por ende quitar el atractivo de invertir en el negocio».