Fernando Calviño es una eminencia del yoga y el primero en introducir el sistema Iyengar en la Argentina.
Al principio, el gurú dirá que hagamos «respiraciones conscientes» porque quizás uno esté prestándoles atención por primera vez. Habla de lo que nos cuelga ahí abajo. Epoca de vanguardias permanentes y, por qué no, extravagantes, según publica Clarín.
En muchos lados, y en ninguno
Los mirás con cariño pensando que siempre están presentes en el discurso social (hay que poner más huevos, no me rompas los huevos, me tiene los huevos al plato…), pero admitís su casi ausencia en la vida corporal. Como si fueran un sidecar, los testículos son eso que cada tanto se toca pero no se mira.
Al parecer, desde el año 500 de nuestra era, en China se conoce -y ampliamente- una manera natural para reactivar la médula de los huesos y nutrir las células del cerebro mediante esta práctica que empieza por masajes y continúa por sostener y mover peso (WTF!!) desde la zona genital. Técnicamente esto tiene un nombre: Xi-Sui-Ying.
Aparentemente indecente y de difícil comprensión, la técnica fue transmitida de generación en generación cuando los monjes budistas, luego del peculiar levantamiento de pesas, empezaron a tener una calidad de vida que incorporaba cantidad (años).
En Taiwan la praxis es un hábito de miles de personas de distintas edades. Incluso hay programas de televisión onda Guido Kaczka donde compiten burdamente para ver quién se anima a levantar más y más peso.
Cuando llegamos a lo de Calviño –un argentino digno del Guinness-, él, sin desconocer el asombro ajeno, explica por si hicera falta que se trata una «práctica desconocida» y mirada con «cierto tabú» por la cultura occidental.
Los beneficios
“El levantamiento de peso en el Tratado de Lavado de Médula figura como una limpieza de ese tejido esponjoso y de la sangre, potenciando el sistema inmunológico, favoreciendo la longevidad y aportando energía bioeléctrica al cuerpo humano”.
En tiempos de singularidad, Calviño envuelve cuidadosamente sus testículos con una cinta de seda azul. Falta poco y nada para que arranque el tour de force que nos dejará perplejos.
¡Desopilante!, ¡increíble!, ¡único!… ¡Señoras y señores, denle la bienvenida al único argentino capaz de levantar 75 kilos con los huevos…!
Fernando pide encarecidamente que no confundamos los tantos ni busquemos lo bizarro. Dice que lo suyo no es de ningún circo de fenómenos. Que su habilidad no significa que en un rato vayamos a ver al Hombre Bala ni que lo de él sea el turno de una nueva criatura abomibable.
Nació en Buenos Aires en 1956. Hizo más de 15 viajes de estudio a la India. Practicó distintos estilos de yoga con los instructores más reconocidos a nivel Internacional. Es maestro de maestros de yoga. Se lo considera una autoridad, entre otras cosas, porque fue el primer argentino en traer el sistema Iyengar a la Argentina.
Iyengar murió en India en 2014 y fue uno de los maestros de yoga más importantes del mundo. Practicó posturas durante 75 años y confeccionó secuencias aptas para diferentes trastornos médicos, dolores de espalda, anemia, hipertensión arterial, depresión, insomnio, estrés, etcétera.
Calviño es un discípulo suyo que se recibió en el Instituto B.K.S Iyengar, India, y fundó, junto a su esposa Alexa Traugott, la Escuela Siddhi Yoga.
“Trato de bajar lo científico a la tierra y dejar que cosas tan sutiles como la energía se puedan entender técnica y lógicamente. No necesariamente hay que ser fuerte ni sentirse extremo queriendo levantar 75 kilos. Se pueden trabajar los beneficios con muchísimo menos peso. Aunque no lo creas, esto es accesible para todos.
En Taiwán hay personas mayores de 80 años que lo hacen apoyados en sus andadores. En YouTube podés ver testimonios de ancianos que recuperaron la próstata con esta práctica».